PELÍCULA: “LA NOCHE DEL 12”. (2022).

En la ficción y en la vida real: cadena de trágicas desdichas y fracasos…

¡Magistral thriller francés, de “Cine negro”!

Ya sabéis, creo, que ¡amo los FESTIVALES de CINE! ¡Mucho más que “ciertos” galardones (Óscar, Globos de Oro…), porque en ellos hay verdadera competencia, objetividad, profesionalidad, talento, nivel y calidad. Además, sus Autoridades y Jurados rotan, no se repiten de un año a otro, y la opinión y voto del público participante en ellos, es significativa, valiosa, profesional, y tenida en cuenta. A lo largo de mi vida, he podido participar en algunos de ellos, y os aseguro que es una de las experiencias humanas, culturales y artísticas, más enriquecedoras que he vivido.

Pues bien, en este pasado último (2023) “FESTIVAL DE CANNES” (Francia), hubo una película que rompió, sorpresivamente, con su impacto, por su elevada LECCIÓN DE CINE que dio a todos, y en un género difícil de “simpatizar” a la hora de Premios y alabanzas: “LA NUIT DU 12” (LA NOCHE DEL 12). ¡Un brillante thriller, del mejor “Cine Negro” francés!, ése de otros tiempos, resucitado, transformado, y convincente.

El film en cuestión, se alzó con la PALMA DE ORO, a MEJOR PELÍCULA, y varios otros Premios más de este Palmarés. ¡Muy merecidamente! Está basado en hechos reales, ocurridos en el país galo, sobre los cuales se escribió e investigó mucho, durante años y años, sin encontrar nunca la luz definitiva sobre un crimen ocurrido una noche del 12.

El franco-alemán DOMINIK MOLL es su DIRECTOR, y el responsable también del ¡soberbio! GUIÓN. Una narración, relato, trama y sintaxis narrativas, verdaderamente extraordinarias, diría: perfectas. Acompañado todo de ritmo, dinamismo, vértigo, potencia y creatividad en el MONTAJE. La película nos mantiene en la puntita de la butaca, ejerciendo en nosotros: un hechizo seductor, tensión, inquietud, agobio y ansiedad. MOLL logra cautivarnos y envolvernos, en cada fotograma; en su contundencia y visceralidad narrativa y fílmica. Construye un film penetrante hasta los tuétanos, y con una contundencia y solvencia tipo “patada” en el estómago y en la conciencia. Nos ofrece CRIMEN “A LA FRANCESA”, inquietándonos, con una singularidad, creatividad y obsesión que nos “mueven”, “desinstalan” e impactan.

¡Cuánto de esto hay en esta historia real, hecha película!

El “CINE FRANCÉS” fue, y demuestra seguir siéndolo, un Maestro y especialista ideales en y para el “CINE NEGRO”. Esos thrillers ¡bien oscuros, parcos, secos, retorcidos, compactos, intrigantes, y con denso e intenso trasfondo dramático y social! DOMINIK MOLL sabe esto perfectamente y, como alumno aventajado, nos ha regalado una creación suya que es una ¡OBRA MAESTRA! De esas mejores películas, hasta ahora, de este año 2023. Poco “famosa” en nuestras ¡tan yankees y hollywoodenses y comerciales pantallas de cine!, pero que merece sobradamente ser contemplada, y aplaudida.

Un crimen sin resolver, una sucesión de interrogatorios, una serie de pistas e investigaciones… Resultado, años y años: nada, nada, nada… Planea en la película, la obsesiva búsqueda de la verdad; de ese descorrer el velo o manto que la esconde, y lograr la resolución –años y años y años- buscada, y sufrida. La oscuridad del thriller, va acompañada de sensibilidad y un toque de añoranza y melancolía. ¡Tristeza por lo que se oculta…, por la impotencia de desvelar la oscuridad del misterio escondido! ¡Convivir, casi atormentados, y otros: derrotados, con esa desgarradora experiencia, años y años, de un fracaso continuo! Es que, queda claro en este film, que: ¡son PERSONAS las involucradas, como víctimas, y como investigadores!, y sus personas y sus vidas, quedan –para siempre-, zambullidas en esta misteriosa, desgarradora y nostálgica charca, impotentes y fracasadas. ¡El dolor de la búsqueda de la verdad, y la incapacidad para desvelarla! Ahí está la hondura del misterio, y de la diégesis de esta película.

Evidentemente, este film habla de FEMINISMO, y de violencia de género, abuso y maltrato de la MUJER. Y hay todo un planteo sobre una de las raíces de ello, y que es todo un FRACASO de nuestra Sociedad: el paternalismo, el machismo. Porque nuestra SOCIEDAD ¡está MUY ENFERMA! Pero no lo hace, a todo esto, con un discurso o narrativa conteniendo soflamas ideológicas ni radicales. La película no apunta a eso. Hay presente en ella, un crimen real y cruel, ¡por supuesto!, pero también DOMINIK MOLL se ocupa y pone el acento, en todo aquello que entorna, condiciona, contextualiza, dificulta, traba y complejiza el seguimiento de la investigación. Es así cómo no duda en mostrar los problemas estructurales de la sociedad; los problemas estructurales de la propia policía; y los problemas personales de la vida de los propios policías, incluso sus luchas entre los ideales y la práctica. Todas estas son el tipo de cosas, de impotencias, de complejidades, de oscuridades, y de fracasos, que muestra el film. Por ello, también puede ser considerada una película SOCIAL y de DENUNCIA, y de elevado carácter MORAL. Y esto nos hace pensar mucho, y ver como un espejo de nuestra realidad, de esta Sociedad tan, supuestamente, avanzada y progresista, pero ¡tan inhumana, carente y enferma! En realidad: el ENGAÑO reina, y el FRACASO se entroniza. ¡De ahí que sea una película de tanta riqueza interior, tan potable en su complejidad, y su factura!

DOMINIK MOLL construye su relato fílmico, sirviéndose de todos los recursos del género –thriller/cine negro-, y ha gozado de un CASTING solvente y ajustado a cada uno de los PERSONAJES (magistralmente construidos en su Guión) y sus interpretaciones. Deseo destacar mucho, y puntualmente, a dos ACTORAZOS: el impresionante y gran BOULI LANNERS y el joven, casi desconocido y sorprendente BASTIEN BOUILLON. Ambos están perfectos, convincentes y magníficos actuando. ¡Chapeau!  

Completan esta EXCELENTE película, la FOTOGRAFÍA y MANEJO DE CÁMARA que, constantemente arropan, confirman, enriquecen y embellecen, cada uno de los fotogramas, planos, ángulos, movimientos, y secuencias fílmicas que contemplamos, y escuchamos, porque el SONIDO es de mucho nivel y calidad.

Además, la BANDA SONORA, con la MÚSICA, son potentes en la significación del film, y aparecen como un personaje más.

Concluyendo, queridos lectores: creo que MOLL nos regala un thriller sólido, compacto, contundente, convincente, significativo, sensible y bello también. En su película, conocemos a los posibles sospechosos, pero también nos familiarizamos con los policías de la investigación, y con sus medios, recursos y formas de enfrentarse a sus propias actitudes y a las de los demás, y a los comportamientos de la víctima. Es un thriller muy negro, a la vieja usanza, en el cual – desde el comienzo-, ya intuimos y, hasta sabemos, que nunca conoceremos al asesino; incluso lo peor y más  terrible aún, es que podría ser cualquiera de los sospechosos. Pues bien: en esto está el meollo, la “madre del cordero”, la verdadera tragedia de esta memorable película. Es como si SÓCRATES siguiera teniendo razón…

Si podéis, no dejéis de contemplar “LA NOCHE DEL 12”…, y comprobaréis que lo único cierto y seguro es que: el crimen ocurrió la noche del 12…

Hasta la próxima, amigos.

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