PELÍCULA: MUNCH. (2023)

Un EDVARD MUNCH en 4 Edvard Munch…

El Arte y la cinematografía escandinavas y, puntualmente en Noruega, siempre han sido muy originales, creativos, especiales, identitarios y rompedores. Además, de una inusual y maravillosa belleza, natural y artística. De aquellas latitudes, siempre nos llegaron –y siguen llegando- muchas personas talentosas, e interesantes y ricas intelectual, humana, espiritual y artísticamente. ¡Maravillosa Escandinavia!

Esta película que ahora me ocupa, la vi días pasados, gracias al streaming, aunque ya la conocía por el “Festival de Cine CINEUROPA”.

Es un film de Noruega. Su DIRECTOR es el noruego: HENRIK MARTIN DAHLSBAKKEN. Un joven Cineasta que, pese a su corta edad, ya ha “hecho sus pinitos” en el oficio. Conocemos algunos de sus anteriores trabajos. Esta vez, se arriesga con una persona mítica, no sólo en Noruega sino a nivel mundial: el pintor noruego ¡EDVARD MUNCH! No se puede negar ni dejar de reconocer mérito al atrevido Dahlsbakken, por animarse con esta “patata caliente” que fue y es el genial MUNCH.

Ahora bien, su película es interesante, sobre todo por la originalidad y creatividad que ha elegido para acercarnos a MUNCH. No escoge el contar ni la sintaxis del relato (en el GUIÓN y MONTAJE) como un biopic. Ni tampoco la linealidad narrativa ni temporal ni espacial, rigurosamente. No le interesa contarnos la vida de MUNCH, al modo, estructura y ritmo tradicionales de la narrativa, ni con las categorías propias de un relato –con tiempo y espacio- clásicos y tradicionales, ni con estereotipos ni guardando una rigurosa fidelidad ortodoxa a la narración decimonónica. Escoge, como buen escandinavo, la libertad, originalidad y creatividad para su película sobre MUNCH.

Hasta acá, loable este Director. E interesante también. Pero… ¡EDVARD MUNCH ES MUCHO EDVARD MUNCH! Y atreverse con él es ¡muy arriesgado y exigente! Por ello, el film no es malo ni despreciable, pero es irregular, cansino, no “alcanza”, le “falta”, se queda “corto”; por momentos se siente como que le faltara identidad, cohesión y compactación en bloque, y el espectador puede (y le pasa) sentir (y cuestionarse) cuál fue/es el objetivo de su Director, el propósito de esta película. Uno experimenta como que falta “pulso” y “muñeca” a la hora de analizar la DIRECCIÓN, aparte de presentar un GUIÓN sin ritmo ni dinamismo (no hablo de velocidad), y carecer en él, de intensidad y tensión dramática sostenida y calibrada.

Suele pasar mucho que, las películas y series abocadas a retratar la vida y todo lo referente a los Hombres preclaros y destacados en diversos campos y épocas, sobre todo si son artistas, siempre fallan, adolecen y no logran hacer honra ni tener el nivel, la captación y profundización acordes a lo que fueron o son esas figuras; casi siempre son pobres o “cortas” a la hora de presentarnos como se merecen esos Genios y/o Grandes Hombres que hubo, y hay, en la Historia de la Humanidad. Es ¡muy difícil! encontrar en la pantalla, casi imposible, producciones que merezcan nuestro aplauso en esto. ¡Pobres nuestros Genios y nuestros Artistas!

El intento de este film, insisto que debe ser valorado, aunque no aplaudido. No es una mala película (¡las hay mucho peores!), y se deja ver, no molesta. Es más: creo –humildemente- que conviene verla, por varias razones: educa al espectador y al cinéfilo en su “ojo” ante la pantalla; agudiza así su capacidad de percepción y análisis ante un producto audiovisual, forjando mejor su sentido crítico.

Por otra parte, es una propuesta de intento de “lectura”, acercamiento, profundización, comprensión y contemplación del universo y misterio personal y artístico de EDVARD MUNCH. Y esto lo hace en una estructura y narrativa fílmicas muy originales, creativas y con toque “modernista”, ya que es una película que contiene dentro 4 películas, cada una de ellas son “pinceladas” de MUNCH como persona y pintor, en 4 etapas cronológicas de su vida, personalidad, relaciones, y universo interior tremendamente complejo, a nivel humano y artístico. Cada uno de esos films dentro del film, es interpretado por un actor diferente (incluso el MUNCH anciano, lo encarna una actriz), y la acción de cada relato no siempre transcurre en la época exacta del MUNCH histórico. De ahí que destaco la originalidad de esta película.

Evidentemente, para acceder al “universo MUNCH”, y al cosmos de este film, al menos el espectador debe conocer a este hombre, al menos algo. Así no se perderá en exceso en el tipo de película que es ésta.

Lo que no puede negarse es que, la cinta se centra y “respira” o “transpira”, en todos sus fotogramas, esas “atmósferas” propias del Cine Escandinavo (¡y muy del noruego!), por las cuales se nos invita al intimismo, la pausa, la sugerencia, el misterio, el “ir más allá”, y la contemplación. Además, todo ello al servicio de la “mostración” y del “zambullirnos” en esa tragedia propia de SER GENIO. En la película “tocamos” esa desgastante paradoja del GENIO: alguien que es así, y que SER así es don-regalo y tortura-martirio. ¡Todos los Grandes Hombres, los Genios y los Artistas (varones y mujeres), sufrieron y sufren hasta el éxtasis! Lo de ellos fue y es siempre GLORIA y “PALMA”- CORONA. Es el tormento personal y vital-existencial de una sensibilidad exquisita y supranatural, que los coloca en otra dimensión, y en otra captación y vivencia de todo y de todos. Por eso, son, sienten y viven a contra corriente, no encajan… y ¡sufren!… Y esa tortura y martirio existencial, que se refleja en la sublimidad y trascendencia de su Arte, es lo que los emparienta –y a algunos los lleva allí- con la LOCURA. Esta película nos permite captar y sentir todo ello en EDVARD MUNCH. Todo un logro fílmico, a pesar de ser un film irregular y “flojo”, y que no “llega” como debería.

Presenta un muy buen CASTING y actuaciones; buena PRODUCCIÓN; trabajado DISEÑO ARTÍSTICO, sobrio y bello; y una solvente FACTURA TÉCNICA, en todos sus rubros.

Os invito a contemplar esta película porque, además, os acercaréis mejor a la estética y al modo de narrar, construir, interpretar y mostrar, de un CINE no comercial ni muy presente en nuestras salas, como es el CINE de ESCANDINAVIA y, en este caso, de NORUEGA. Como diría un viejo Profesor que tuve: “Cineastas: ¡hay que contemplarlo todo!” Y nos lo decía… ¡gritando!… Pues bien, con

“EL GRITO” de ¡MUNCH!… os invito…

Hasta la próxima, amigos.

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