PELÍCULA: “LA CARRERA DEL SIGLO”. (1965).

En los tiempos que corren, y ante mucho del “espectáculo” delirante y retorcido de la realidad: ¡nos urge el oxígeno de la COMEDIA!…

¡BLAKE EDWARDS, QUE ESTÁS EN LOS CIELOS!

No sé vosotros, queridos lectores, pero ciertamente es ¡tan FEO! todo lo que aguantan, sufren, rabean, lloran y sangran, nuestros ojos, oídos, mente, alma y corazón, que –al menos yo-, necesito toda esa maravilla que siempre nos aporta el ¡REÍR… y CARCAJEAR…!, al menos dos horas y media. ¡Ayuda a vivir!… y a sobrellevar ¡tanta mamarrachada, y dolor también, en nuestro entorno!…

BLAKE EDWARS es otro de esos ¡GENIOS!, además de buena persona (dicho por todos los que lo conocieron), que ¡no deberían morir nunca! Sus creaciones nos aportan mucho entretenimiento, para el OCIO FECUNDO; pero con una ¡magistral NARRATIVA, TÉCNICA y ESTÉTICA!, que nos colman de alegría y de belleza. Este hombre –esposo de otra MUY talentosa: la actriz británica ¡JULIE ANDREWS!-, nos ha dejado como legado, un sinnúmero de momentos ¡ALEGRES, DESTERNILLANTES, CHISPEANTES, INTELIGENTES, INSÓLITAMENTE IRRISORIOS, DESOPILANTES, TIERNOS, MUY CREATIVOS, CHAPLINESCOS, pero también con MUCHO CONTENIDO SUSTANCIOSO…!… La lista de elogios y valoraciones, subjetivas y objetivas, de su MAESTRÍA como CINEASTA, es inacabable, y me quedaría corta en alabanzas. Y no solamente en lo referido a la COMEDIA. Os invito a recordar películas de DRAMA ¡JOYAS, ya CLÁSICAS suyas!, como por ejemplo: “VINO y ROSAS” (de 1962); o “DESAYUNO CON DIAMANTES” (de 1961), una comedia romántica, con profundo contenido y mensaje social, femenino y humano. Esos dos ejemplos, por citar algunos suyos. Lo cierto es que SIEMPRE, en sus films, hay “algo más”, y “debajo y detrás” de lo que vemos y escuchamos en la pantalla. Fue un ENORME conocedor-crítico-contemplador, del ser humano, de las relaciones humanas, de la sociedad, y de toda la realidad.

EDWARS era capaz de divertirnos -¡hasta el extremo de las lágrimas y ahogos por la risa, sin darnos tregua!-, y con desfachatez, vitalidad, energía, improvisación, naturalidad, descontrol controlado (¡por él!) y desborde de sensaciones y, a la vez: hacerlo con “toques”, matices, y trasfondos de temáticas y problemáticas sociales, políticas, históricas, culturales, femeninas, religiosas… etc. etc. etc. A este SEÑOR ¡no se le escapaba nada de la realidad: del momento, pero también de la Historia, de la Sociedad, del ser humano de su tiempo, y también globalmente! Por eso, en sus películas, siempre nos chispea una inmensa felicidad, junto con la recepción y contemplación de ¡muchos! contenidos medulares diversos, en cada uno de sus fotogramas. Fue de ésos que son capaces de ¡HABLARNOS MUY SERIAMENTE, MIENTRAS REÍMOS y CARCAJEAMOS! Eso, solamente lo logran ¡GRANDES! como ¡BLAKE EDWARDS! Y, si vosotros, queridos lectores, recorréis su ¡maravillosa! Filmografía, constataréis todas estas cosas. Además: ¡siempre lo hizo con ELEGANCIA, ESTILO, SUTILEZA, INTELIGENCIA y MUY BELLAMENTE! ¡Es un verdadero PLACER contemplar las películas de este GENIO!… ¡Nos HACEN FELICES, pero también NOS ENRIQUECEN INTERIORMENTE COMO PERSONAS!…

En este film volvió a contar con ¡JACK LEMMON!, nada menos y nada más. Uno de los ¡PATRIARCAS! de la COMEDIA. Aunque también un ¡ENORME! actor dramático, cuando filmaba otro tipo de historias y encarnaba otros personajes. BLAKE EDWARDS y él, además, estaban unidos por una gran, sostenida y entrañable amistad, profesional-laboral, personal y familiar. Incluso su esposa: JULIE ANDREWS gozaba de y entre esta relación, de toda una vida. EDWARS se caracterizó siempre por contar con MUY buenos actores y actrices: de talento, calidad, nivel y experiencia. Gozó siempre de MUY buen Equipo de CASTING, en el que él intervenía, y siempre acertó en quiénes fueron elegidos para sus distintos proyectos fílmicos. Confiaba en la gente con la que trabajaba y –en el caso del Casting y actuaciones-, su pulso en la DIRECCIÓN de ACTORES ¡brillaba!, sin ningún lugar a dudas. Él fue también actor, y un gran conocedor del mundo del TEATRO también.

Esta película se sostiene, en su columna vertebral narrativa, en esos personajes medulares, ¡espectacularmente! interpretados por: el nombrado JACK LEMMON, TONY CURTIS y NATALIE WOOD. Trío ¡increíble! acompañado de un jovencísimo PETER FALK, y de KEENAN WYNN, junto con el resto del elenco. TODOS ¡cumplen Magna Cum Laude!, en sus actuaciones. Es un film ¡tan acabado y “redondo”, tan completo, tan perfecto!, que ¡nadie sobra! ¡todos –engarzados en los 3 protagonistas principales-, caben…, y hacen a la esencia del relato y de la trama! Es que, solamente, el GUIÓN (del mismo BLAKE EDWARDS, con el talentoso ARTHUR A. ROSS), la FACTURA TÉCNICA solvente, las ACTUACIONES, y la FACTURA ESTÉTICO-ARTÍSTICA, la DIRECCIÓN, la PRODUCCIÓN, etc. etc. etc., son muestras de ello, y de ¡a cuánto llegaba EDWARDS con sus trabajos! ¡lo que alcanzaba a lograr!, y ¡nunca perdiendo o bajando su profesionalidad en talento, calidad y nivel! Es que, además: ¡jamás se repetía en sus películas! En cada una, hay un desborde de creatividad, originalidad y estilo suyos. Fue un verdadero CREADOR, y podemos decir que su Cinematografía, lleva el sello de “CINE DE AUTOR”.

Nos encontramos con “bocados” de lo más tradicional de la COMEDIA CLÁSICA y del ESPECTÁCULO ESCÉNICO –fundiendo la “Comedia Clásica Americana”, con el MUSICAL, con el “toque” CINCENSE y también PAYASESCO, con el LENGUAJE GESTUAL y CORPORAL, con el HUMOR INGLÉS-ANGLOSAJÓN también, con la PARODIA y SÁTIRA, con los GAGS (¡esa GUERRA de TARTAS!, por ejemplo), con los TWISTS narrativos y de montaje… -, presentado todo con ¡mucho! INGENIO, CREATIVIDAD, EXQUISITEZ en la PRODUCCIÓN y los DETALLES, y una irrupción permanente –sin quebrar nada de la película-, del RIDÍCULO, lo DELIRANTE, lo CAÓTICO y lo DESOPILANTE. Todo ofrecido a nosotros con un RITMO trepidante, dinámico y sin sosiego; haciéndonos “saltar” y “volar” de ocurrencia en ocurrencia, por las diversas situaciones, personajes e interpretaciones. Las más de 2 horas y media ¡se nos pasan sin darnos cuenta! y ¡a carcajadas!

TONY CURTIS demostró (como lo hizo muchas otras veces, sólo que varios no se lo tomaron en serio), que no era únicamente una cara bonita, ni un sexy en la pantalla. En este film, demuestra que tenía muchos otros registros interpretativos, y muy interesantes; demuestra que podía más. Además, nos regala -con su lenguaje gestual, vocal y corporal-, una ¡magnífica! actuación, sin dobles, y toda una sorpresa.

NATALIE WOOD, en un personaje “para su horma”, ¡borda también su interpretación! ¡Qué gran pena que muriera tan joven, y de una forma tan misteriosa!, porque tenía muchas dotes interpretativas (lo venía demostrando con creces, y acá lo confirma otra vez). Una actriz que –al igual que Curtis-, no era sólo una cara bonita y dulce, enamoradora de la cámara y de los espectadores. En esta actuación ¡destaca con su EXPRESIVIDAD gestual y corporal!; además ¡teniendo en cuenta que estaba trabajando con dos GIGANTES del Cine y de la Comedia de esa época! ¡No se les queda atrás! ¡Y vuelve a demostrar ser una mujer-actriz, de fuerte, decidida, definida personalidad y carácter, y firmeza! Encarna perfectamente ese personaje femenino (con muchos matices FEMINISTAS, ya latentes y activos en los años 60), que irrumpe y destartala todo entre los dos personajes masculinos ¡totalmente opuestos!, pero finalmente complementarios. Ella se mete como cuña, en medio de ese tándem, los resquebraja por doquier, y se convierte en el condimento y activo ¡esencial! para la historia, su ritmo, su evolución, su complejización y resolución, su compactación, su balance y equilibrio, su estética, y su broche de oro. Y, la verdad: lo hace ¡encantadoramente! Descubrimos un montón de otros registros, resortes, matices y recursos de y en esta MUY buena y completa actriz.

Para lograr todo esto, EDWARDS contó también con una eficiente, impecable, profesional y experimentada FOTOGRAFÍA y MANEJO DE CÁMARA (de RUSSELL HARLAN); con la sintaxis narrativo-constructiva de su Guión, gracias al MONTAJE (de RALPH E. WINTERS); con el SONIDO (de GEORGE GROVES y M. A. MERRICK ); con la magnífica MÚSICA y TEMAS MUSICALES, del ya acostumbrado con él: ¡HENRY MANCINI!; con los EFECTOS ESPECIALES (de DANNY LEE); con el VESTUARIO de EDITH HEAD (para Natalie Wood) y DONFELD; con excelente EQUIPO de MAQUILLAJE y de PELUQUERÍA; con una solvente, exquisita, bellísima, detallista e ¡impresionante! PRODUCCIÓN, DISEÑO y DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN, y DISEÑO y DIRECCIÓN ARTÍSTICA, al mando de los cuales estuvo gente de mucha trayectoria, prestigio y peso cinematográfico, como FERNANDO CARRERE y GEORGE JAMES HOPKINS. Con todo eso y todos ellos, logró crear un universo audiovisual, cargado de MAGIA, INTELIGENCIA, CREATIVIDAD y BELLEZA.

EDWARDS siempre elegía muy bien a la gente que trabajaba con él, los consideraba y trataba como compañeros de viaje, al filmar. Muchos ya eran familiares suyos en esta tarea, y lo conocían muy bien. En sus films se nota esta compactación, prolijidad y unidad entre él y sus compañeros de oficio. Podría decir que hay como un “SELLO” EDWARDS.

Bien, queridos lectores: voy a ir acabando este ligero repaso de esta ¡JOYA CINEMATOGRÁFICA!, que he mirado –creo que por ¡millonésima vez en mi vida!-, y os voy a invitar a contemplarla. Son de esos lujos que conviene darnos, de vez en cuando, y ¡mucho más todavía, a raíz del “panorama” que nos obligan muchos a contemplar, tener que aguantar, y seguir sufriendo! –en estos días-, al menos en nuestra hastiada y amada ESPAÑA! Que nos oxigenemos un poquito, aunque sea, con risas, carcajadas, maravillosas actuaciones, una historia ¡rocambolesca! y frenéticamente divertida…, y ¡maravillosa y bellamente filmada!…

¡A reír sea dicho!, aunque sea dos horas y media…, y un poco más…

Hasta la próxima, amigos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *