LIBRO: “MAKEDA”.

Abrazo de literatura, historia, mitología, religión, tragedia amorosa clásica… y ¡mucha interdiscursividad e intertextualidad! latiendo y bullendo y brotando, en esta sencillamente mágica novela…

Hoy comparto con vosotros, queridos lectores, algunas impresiones tras leer y recrearme en y con este ¡maravilloso! texto literario: “MAKEDA”.

Es de esas sorpresas y regalos que te da la vida, cuando no lo esperas. Menos aún: ¡tan buenos! Y ¡vaya si no lo agradecemos los lectores! En ese viaje del “LEER”, podemos ir atesorando también novedades como ésta, e incorporarlas al patrimonio de nuestras estanterías de biblioteca, y –por supuesto-, a nuestra cabeza, alma y corazón. El dinero invertido en Cultura y Arte: ¡siempre es muy rentable y fecundo para la persona!

Su autor, es el español, de origen argelino: BOUZIANE AHMED KHODJA. Un señor ¡muy preparado y bien formado intelectualmente, y con mucho nivel, muy respetable; y con acrisolada experiencia y prestigio!, además de ser alguien muy afable, humilde y rico interiormente. Es un piadoso y devoto musulmán, también, pero no radical, fundamentalista ni con “anteojeras”. No todos los hermanos musulmanes, son terroristas o sospechosos o no fiables o ignorantes o incultos, o malos seres humanos… ni un largo etc. de adjetivaciones… KHODJA es un ejemplo viviente de ellos, al igual que ¡millones! en el mundo entero. Y muchísimos de ellos: ¡muy valiosos, en muchos aspectos y campos! Es un placer escucharlo cuando habla, no sólo por el modo cómo lo hace, su tono, gestos y actitudes, sino por su profuso, interesante y profundo discurso, cargado de contenidos y matices; y por su estilo verbal y escrito, muy trabajados, originales y abiertos. Un agradable conversador y escritor, revelado y descubierto. Pues bien, si no lo conocéis, aquí os lo presento.

La SEMIÓTICA, nos ha enseñado –entre ¡muchas otras cosas!-, que “entrar” y “zambullirse” en un texto artístico-literario (en este caso), debe hacerse siempre desde su TÍTULO. En él, como NOMBRE y ENCABEZAMIENTO, ya está anunciado, “contenido”- “apretado”, y dado el “puntapié” y “clave” inicial y esencial, el DISCURSO al que luego accedemos, cuando “LEEMOS”. Y en esta novela, eso se cumple a rajatabla.

Este autor, crea un ¡increíble! universo de entramado de ¡muchos otros universos-discursos!, en esta novela. Y ello ¡ya en y desde el TÍTULO! Digo esto, porque es ¡imposible y “pecaminoso”! no tener en cuenta –al “leer”, apreciar y analizar-, en todo ello, la INTERTEXTUALIDAD-INTERDISCURSIVIDAD ¡vivientes! con el “Antiguo Testamento” (de las “Sagradas Escrituras” judeo-cristiana); con el Corán; con la tradición oral y escrita, milenarias; con la cultura, geografía y época; con la religión, espiritualidad, trascendencia, y con lo místico-mítico; con la Historia y la actualidad; con Etiopía; con la emigración; con los refugiados; con la violencia de género-machismo-violación; con la vejación y aniquilación de la mutilación femenina; con las tradiciones ancestrales y tribales; con la negociación-mercadeo y transacción de matrimonios, sólo por patrimonio, descendencia y liderazgo (el hijo varón); con el terrorismo; con la trata de blanca y de personas; con las ONG; con la tortura y represión como Sistema; con el analfabetismo; con los secuestros extorsivos; con la Guerra; con la corrupción en África y en Asia; con Europa y Occidente; con la acogida a los “de fuera”; con la maternidad involuntaria y no deseada, y su dilema moral y religioso… etc. etc. etc…

KHODJA no nos hace una mélange en su novela, ni hay un acumulamiento de todo ello, ni un texto larguísimo y plomizo, ni un porque sí nomás. No “usa” todos esos discursos y narrativas, para adornar su texto literario ni para “lucirse” él como escritor, sin conexión ni compactado en su escritura. Me ha parecido, de mucha genialidad y originalidad creativas, el que pudo integrar todo eso y RE- CREARLO, en una maravillosa historia femenina y amorosa (casi una “Romeo y Julieta”); y con tono de tragedia clásica; y con una simbología muy bella, profunda y de hondo contenido y “expansión” espiritual-sobrenatural-religioso-místico/mítica. Todo con exquisita y extraordinaria intensidad, realismo, poesía, lírica y belleza.

Para degustar todo ello, conviene –queridos lectores-, que partamos del TÍTULO-NOMBRE de esta NOVELA: “MAKEDA”, pues ello ya nos “mete” en la diégesis, médula espinal e infinita riqueza discursiva de este texto. Y hacerlo, nos permite descubrir y ahondar, en esa simbología-relación ¡esenciales! de esta historia, y de este personaje, porque nos hallaremos ante su “marco” y cosmos semántico-significativo.

MAKEDA es el nombre que, en la tradición etíope, recibió la REINA de ETIOPÍA, que gobernó en el REINO de SABA y, por eso, es llamada y reconocida como la REINA de SABA. ¡Famosa!, ¿no? Pues bien, ese nombre –en la tradición islámica-, pasa a ser la REINA: BILQIS o BALKIS.

Un paso más: en el “Libro 1º de Reyes 10” y en el “Libro de las Crónicas 9” (del “antiguo Testamento”, en la Biblia judeo-cristiana), se nos habla de esta REINA. Hallamos su visita al REY SALOMÓN, porque se sintió muy intrigada y atraída, por la Sabiduría de él. Viajó para escucharlo, y recibir su valiosa Sapiencia, y le llevó regalos de especias, oro y joyas. Luego, regresó a su Reino. Ya, en el “Nuevo Testamento” (concretamente, en el “Evangelio”), también JESUCRISTO hace referencia a ella, al hablar de la REINA del SUR (la REINA de SABA), quién juzgará a la generación contemporánea Suya y los condenará (no voy ahora a explicitar la explicación exegético-teológica de estas palabras de JESÚS, simplemente citar que Él –conocedor perfecto de la Revelación Vetero Testamentaria-, sabía de esta Reina). No es, por tanto, un personaje inventado. Existió.

Pero lo cierto es que, todo lo referido a esta mujer, está entretejido entre y con verdad histórica y también mucha leyenda (y bastante mentira y fantasías posteriores). Su Reino, en el mundo Clásico, era conocido como la “Arabia Felix” y, mucho de ello era por la fama de gran belleza, atractivo seductor, inteligencia, virtudes, estrategia y capacidad de gobierno de esta Reina. Fue una inquieta curiosa, y deseosa del saber, del conocimiento y del progreso. Y una solvente gobernante.

Su figura es enigmática, y compleja, y ha devenido en legendaria y modélica, para Etiopía (es la Madre), y para muchas Culturas de Oriente. Además, ofrece una MUJER como IDEAL, casi perfectamente integrada y de “peso” en todos los asuntos humanos. Lo cual DIGNIFICA, ELEVA y casi DEIFICA a la MUJER. La coloca en un plano superior, y de una trascendencia-autoridad y atractivo MORAL-ESPIRITUAL, que la acercan-asimilan a la realidad del MITO y DEIDAD RELIGIOSA. La MUJER, por ella, entra en una dimensión-proyección SOBRENATURAL, como ANGÉLICA.

Cuando giramos y giramos y giramos las páginas de este libro, cada vez se nos hace más patente todo lo que he compartido, en esos párrafos anteriores. El nombre del personaje: MAKEDA, no es aleatorio ni accidental ni fruto de la improvisación ni una frivolidad o antojo del autor.

KHODJA ha construido este personaje, y a todo y todos, los hace formar parte del universo de esta mujer ¡tan humana, pero también tan de otro “calibre”; tan heroína-víctima, pero tan “más allá”; tan MISTERIO desbordante e inalcanzable! ¡como lo es, siempre, todo lo sobrenatural-espiritual y trascendente!

Desde ella, el autor hace brotar toda la narrativa de este relato, con todos los otros personajes, acontecimientos, temas, conflictos… y ¡”puntadas”! discursivas entrecruzadas y simbolizadas, en ella, por ella, desde ella y para ella. MAKEDA lo es todo en esta novela, y por ello en el título, Khodja no ha necesitado colocar más nada.

Es MUY interesante escuchar, y leer, lo que él analiza de su propia novela. Y de su objetivo y propuesta al escribirla: que ésta sea un GRITO (al modo de los muchos GRITOS de la protagonista, y de otros personajes), para DAR VOZ a la MUJER que sufre, en esos países-culturas y tiempos, pero también a TODA MUJER. Y así abrir camino, en este “desierto”, para “vengarse” renaciendo, y transformándose y transformar la realidad, porque ésta y la Historia ¡pueden y deben cambiarse!

Hacer posible esto es fruto de esa tozuda, e inquebrantable decisión de romper, con la ESCLAVITUD asfixiante y aniquiladora –humanamente-, del cumplir por cumplir, del sentido e imposición de la obligación, de la regla-norma sin espíritu. Y, en ese “estallido-huída”, abrirse a la LIBERTAD, porque ella DIGNIFICA, y es fruto de la VERDAD de la REALIDAD. No se trata de libertinaje, ni de tirar todo por la borda. Se trata de OPTAR por el BIEN, y por sus beneficios. Se trata no sólo de una partida física, sino de una salida de la “ALDEA”, muchas veces mental-psíquico-psicológica; y percibir, ir al encuentro e insertarse en ese “más allá” que nos hace mejores personas, y más felices. De eso habla esta NOVELA.

Pero hay más: descubrimos, una vez más, que nada de eso puede obtenerse sin el AMOR. Éste como MOTOR, ALMA, SUSTANCIA, ALIMENTO y META de toda liberación. Y esta NOVELA es de AMOR, pero con mayúsculas. Ese AMOR que es precisamente tal, porque es y se manifiesta en y como: NO POSESIÓN, sino en ENTREGA, OBLACIÓN, DEJAR CRECER y DEJAR SER FELIZ AL SER AMADO; BUSCAR SÓLO SU BIEN; VIVIR el SACRIFICIO, la RENUNCIA, la SUBLIMACIÓN, porque el AMOR SIEMPRE ES LIBERTAD VERDADERA. Y este AMOR NUNCA SE QUEDA “FIJADO” EN EL SÓLO ENAMORAMIENTO, NI EN EL FLECHAZO NI EN LA “EPIDERMIS”.

En este peregrinaje amoroso-liberador, que nos abre a la realidad y a los demás, descubrimos y nos encontramos con personas nuevas, que nos hacen de samaritanos y de lazarillos, y de pozos de amor, porque este camino es ¡difícil!, aunque no imposible. Pero solos, no podemos. Y son esos OTROS los que –casi siempre-, nos reportan la SANACIÓN, CUIDADO y SALVACIÓN, ante lo que sufrimos: ¡AMÁNDONOS!

Con el personaje de MAKEDA y con el tema del AMOR, el autor nos sumerge en ese cosmos espiritual que, con tanta sustancia, envuelve y rellena esta novela. Todo el relato es así, impregnado de misticismo y magia; con una intensa y creciente fascinación lírico-poética; y bella-ensoñadamente místico-mítico-religiosa, que no nos choca, sino que nos va envolviendo, con esos velos bonitos de las palabras, descripciones, imágenes, sentimientos, sensaciones…

Una narrativa, al estilo “LAS MIL y UNA NOCHES”, pero con “toque” y marco trágico-dramático, intensa y profundamente amorosos. ¡Qué síntesis de discursos, hace este autor! ¡cuántos estratos de “lectura” y contemplación hay para hacer en sus páginas! ¡es TANTO lo que nos “dice”, en todo eso que nos dice!

Su ESTILO es muy elaborado, en su TÉCNICA NARRATIVA, y en su SINTAXIS para organizar, entrecruzar, compactar y unificar – en un bloque sólido-, su RELATO y TRAMA (¡no perdiendo nunca la centralidad, continuidad y esencia en su escritura!). Nunca nos distraemos al leer ni nos perdemos ni nos desconectamos ni nos aburrimos, y todo va siendo enganchado, aun cuando su narrativa no sea lineal. Me explico: en varios capítulos va recortando, saltando, yendo y viniendo, ensamblando, superponiendo y compactando, distintos personajes, lugares, tiempos, situaciones y acontecimientos, al modo de la TÉCNICA de SINTAXIS del MONTAJE cinematográfico. Sin embargo, jamás hay pérdida de continuidad ni de unidad ni de totalidad, en el corpus narrativo ni en la sintaxis constructiva del relato, en esta novela. Ello da dinamismo, atractivo y participación en el “LEER”. Todo esto demuestra que KHODJA es muy bueno, interesante, inteligente, estratega y creativo como NARRADOR.

Además, presenta un ESTILO que me atrevería a calificar de: CINEMATOGRÁFICO. Todo lo que leemos y “leemos” ¡lo estamos VIENDO, y SINTIENDO!, en sus DESCRIPCIONES (¡TAN visuales, auditivas, olfativas, táctiles, gustativas, y sensoriales!); en las imágenes anímico-psíquico-mentales; en las escenas; en los lugares; en las situaciones; en los sentimientos; en los pensamientos y reflexiones; en los dilemas de conciencia: morales, de supervivencia, espiritual-religiosos; en sus anhelos y búsquedas… Todo lo que late en estas páginas, tiene potencia y vibración vívidas, sentidas, minuciosas, íntimas, “radiográficas”… Todo presentado, como si fueran PLANOS-ENCUADRES-SECUENCIAS de GUIÓN de CINE: frases cortas; capítulos breves; expresión-redacción y narrativa sencillas, accesibles, comprensibles, sin casi oraciones compuestas (casi todas son oraciones simples: sujeto, predicado, verbo, y pocos complementos y “adornos”); dinámicas, no intelectuales sino vital-existenciales. Se va leyendo rápido, y con “enganche”, hasta llegar a ese ¡MAGISTRAL, SORPRESIVO, CONTUNDENTE e IMPACTANTE! final. “LEEMOS”, pero también ¡VEMOS!

Ello enriquece la novela, porque la alimenta con esa MAGIA cautivadora, sugerente, sugestiva, envolvente, sutil, bella, natural y ¡viviente!, que es propia del CINE, y nos ayuda a TRANSPORTARNOS más hondamente en el universo del texto escrito. Bastante de esto, experimentamos en toda esta novela, pero va in crescendo desde que se conocen y enamoran MAKEDA y el JEQUE. Hay páginas que son de una belleza, ternura, intensidad, sensibilidad exquisita, profundidad e intimidad, en este universo creado por KHODJA, que son ¡memorables!, y que enternecen y conmueven. Algunas son desgarradoras, por su intensidad dramático-trágica; por su emotividad y por lo entrañable que subyace en cada palabra, renglón y párrafo; por su desgarro y pasión contenida; por la ilusión y emoción que transmiten. ¡Sin “manosearnos” sensiblemente; sin jugar con nuestros sentimientos y afectividad; sin “toquetearnos” con sensiblería ni tópicos comunes, ni ¡hollywoodenses!

Es una NARRATIVA sembrada de sensaciones ¡que sentimos y vivimos!; con emotividad, intensidad y expresividad impresionista y expresionista, a la vez. Hasta llegar al CLÍMAX-VÉRTICE-CÚSPIDE de la NARRACIÓN y DEL AMOR, en ese ¡FINAL! digno de las mejores “Obras Literarias Clásicas”, de TRAGEDIA DRAMÁTICA AMOROSA.

No os contaré, descriptivamente, ese colofón. ¡Jamás haría semejante torpeza! Simplemente agregaré que NO CABÍA OTRO FINAL. Un AMOR como ése; signado siempre por: la tragedia y la felicidad del detalle, del “segundo” de tiempo, del “te amo y amaré, eternamente, en silencio”, de la contemplación del ser amado, del “tocar” el Cielo y a Dios por amarse, de vivir amándose casi angélicamente: espiritual, sobrenatural, trascendente, religiosa, divina y ¡mágicamente!… ¡TENÍA QUE ACABAR ASÍ!… El AMOR consuma y consume… Por eso: ESE FINAL…, que también es ¡MUY teatral y muy cinematográfico!…, y ¡cargado de SIMBOLISMO, MENSAJE y CONSECUENCIAS…!…

¡Sed felices, queridos lectores!… Os invito a disfrutar de una muy bella y sustanciosa novela… (que no es cara de precio)….

Hasta la próxima, amigos.

Libro: “MAKEDA”.

Autor: BOUZIANE AHMED KHODJA.

Editorial: Europa Ediciones- Madrid- 2021.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *