LUIS II DE BAVIERA: ¡Otra genialidad de LUCHINO VISCONTI!

¡Otra OBRA MAESTRA suya!

¡50 años de esta maravillosa película!

¡Una OBRA PERFECTA DE ARTE CINEMATOGRÁFICO!

¡Una “promenade” íntima y bella de la Cámara de Cine!

Esta Publicación que hago en mi BLOG es para rendir un sentido y amoroso homenaje, a este GIGANTE del CINE, no sólo italiano sino mundial, eterno y mítico, llamado: ¡¡LUCHINO VISCONTI!! ¡¡50 años: Bodas de Oro, de un film suyo que condensa todo su universo personal y como Cineasta!! TODO VISCONTI está en esta película, por donde la contemples, y todo su yo estético palpita y respira en cada milímetro de cada fotograma.

¿Cómo hablar de esta película que es la PERFECCIÓN en una pantalla? ¡Imposible aprehenderla y agotarla en el análisis! Es lo que pasa siempre con los CLÁSICOS del CINE y de cualquiera de las otras ARTES. Además, siempre te cautivan y les encuentras cosas nuevas.

Este es un largometraje de prácticamente 4 horas, en las que no se experimenta aburrimiento ni tedio ni hartazgo. El espectador no se cansa. La NARRATIVA y el MONTAJE están construidos en una sintaxis perfecta de RITMO, PAUSAS y DESCANSOS. Yendo en in crescendo hasta el clímax final. Las voces de los diversos narradores, protagonistas también del relato, van acompasando y acompañando nuestra contemplación y las ELIPSIS NARRATIVAS, de nosotros como espectadores. A lo largo del film, vamos adentrándonos en ese universo personal misterioso, complejo, patológico y loco, y no sólo en la historia, de ese REY que fue LUIS II de BAVIERA. Y VISCONTI nos va “metiendo”, en esa “cueva” laberíntica de la mente, corazón, alma y sensibilidad, de ese Rey, con un puño férreo y preciso en la DIRECCIÓN, y así también nos “zambulle” en su quintaesencia ideológica y estética como Cineasta. Un superlativo, diría yo: casi divino, poderío en la calidad TÉCNICA: con encuadres y una FOTOGRAFÍA y distintos ángulos, planos y manejos de cámara, que son una Cátedra de Lenguaje Audiovisual. Cada escena, cada pieza de MÚSICA nos parecen una pintura y un arrobamiento, donde la ESTÉTICA reina absolutamente. Constantemente “paseamos” por lo bello. Sus imágenes nos anonadan en un éxtasis de BELLEZA. Pero VISCONTI es tan MAESTRO que sabe, perfectamente, aunar, fundir y conjugar todo lo TÉCNICO con lo ARTÍSTICO. De tal manera que nada sobra ni desborda ni resulta chocante, porque su propósito es lograr, con todo ello, la DIÉGESIS y ESENCIA de la historia, de los personajes, del contexto total, de los temas, de todo eso que ÉL ha querido decirnos en esta película, lo que nos ha querido compartir con absoluta honestidad.

Recordemos que VISCONTI era de familia y sangre Noble. Él conocía muy bien toda la realidad palaciega y sus entresijos, misterios, tradiciones, implicancias y consecuencias. Pero recordemos también, que fue un renegado y cuestionador de su genética de Noble, y en su vida personal y como Cineasta, tomó otras opciones y transitó otros caminos y procesos. Su conocimiento de la Realeza y sus entornos, se notan bien en esta película. Pero también se nota su mirada y “lectura” de todo ello: no en vano eligió la persona del REY LUIS II DE BAVIERA, pasado a la Historia como: el “REY LOCO”. En la figura y vida de este Monarca, VISCONTI nos va planteando un sinfín de cuestionamientos, “miradas” y reflexiones.

Para entender, un poco más y mejor lo que estoy diciendo, me referiré a algunos datos esenciales de LUIS II DE BAVIERA y su Reinado:

Asumió el Trono con 18 años, solamente. Desde sus comienzos reveló su personalidad: extremada y exquisitamente sensible; desinteresado de la Política y de sus deberes formales y oficiales como Rey; enemigo acérrimo de la guerra como recurso cuando era necesario; negado a tomar decisiones trascendentales, haciendo una negación explícita de sus deberes y compromisos como Monarca; amante casi patológico de las Artes y de los artistas; preferencias afectivas y sexuales ambiguas: gusto por la mujer, pero preferencia por los varones, en su vida cotidiana y en la sexual y amorosa; caprichoso; delirante; con arrebatos, depresiones, vicios y malos hábitos de vida; desentendido de la cosa pública; ensimismado en su yo y universo personal; megalómano despilfarrador; escrupuloso religioso… En realidad, LUIS II DE BAVIERA fue un ATORMENTADO.

Fue llamado también el “Rey soñador” y, en sus sueños y delirios megalómanos, despilfarró millonaria fortuna del Reino, construyendo impresionantes y bellísimos castillos y palacios, para él y para sus protegidos y preferidos, llegando a no vivir incluso en algunos de ellos; no cumpliendo tampoco, estas edificaciones, ninguna función oficial en ni para el Reino. Eran caprichos y “antojos” suyos, solamente. En su creciente locura se rodeó de una “Corte” de lacayos, siervos y mayordomos que vivían con él y para él, constituyendo una especie de “harén” masculino. En sus dispendios económicos continuos, ejerció de Mecenas de varios artistas, en los que buscaba sólo complacencia personal. Vivió solamente interesado en la BELLEZA y en todo y todos los que son bellos: fue un obsesionado por lo artístico, y por todo lo que de evasión y autocomplacencia esto le brindaba. El resto de la realidad, no le interesaba. Fue famoso y también muy preocupante, por su derroche y dilapidación en estas pasiones estéticas, poniendo en serio peligro la economía, la seguridad y la estabilidad del Reino.

Quiero detenerme aquí un momento en mi análisis: la LOCURA y las enfermedades MENTALES y PSÍQUICAS en muchas de las personas de la REALEZA, a lo largo siempre de la Historia. Nos sobran ejemplos de esto. En esta misma película, una vez el REY LUIS II alude a lo que, ya sabemos, suele estar en la simiente de esta tragedia: casarse entre familiares, directos e indirectos. Esas Bodas, generalmente concertadas y algunas forzadas, por unos intereses que nada tienen que ver con el Amor y la libre elección, lógicamente “vician” la sangre, ya que no permiten la combinación y renovación genética. Creo que me entendéis perfectamente, y la Ciencia se ha encargado de confirmarnos 100% cuán sabia y contundente, e implacable, es la Naturaleza en esto. Por eso, tantas enfermedades mentales, psíquicas y raras, y tantas muertes también, en miembros de estas familias, destacándose mucho la LOCURA.

Mucho de esto hubo en el Rey LUIS II DE BAVIERA, pero su tragedia de personalidad, de vida y de final, fue alimentada y acrecentada por: su temprana e inmadura edad para asumir el Trono; su incapacidad radical para ello; su rechazo vomitivo a tener que ser una identidad y tener que asumir una responsabilidad y una vida, no elegidas y con las que nunca jamás se sintió identificado. Hacía ostentación muy obscena y muy excéntrica siendo Rey, pero lo odiaba. En el fondo, realmente, se sentía nadie: era nadie y nada para sí mismo. Por eso fue un atormentado.

Lo otro que, también descubrimos en este Rey y perfectamente lo muestra VISCONTI en esta película, es el proceso de degradación, de aniquilación, de autodestrucción, de suicidio, de volverse nadie y nada, en la torturada persona y vida de LUIS II DE BAVIERA. Y en esto pienso que la “mirada” del Director va también hacia una suerte de “advertencia”: el peligro de la infinitamente ilimitada sensibilidad. El amor y pasión por lo sensible, por lo bello, por lo artístico, pueden abstraernos, obnubilarnos, arrebatarnos y “secuestrarnos” de la realidad. Por eso, el muy sensible, el muy artista, el muy genial: siempre existe y camina “al filo de la navaja”. Ese “acantilado” que es tan fino y milimétricamente imperceptible, que puede llevar a la LOCURA. La Historia de la Humanidad y del Arte, nos han dado y nos dan sobrados ejemplos de esto.

Otro apartado para el actor protagonista: HELMUT BERGER, un austríaco, que se ha declarado públicamente bisexual, y que se autoproclama como el “viudo de Visconti”, ya que fueron amantes toda la vida, hasta que el Director murió. Protagonizó otras películas de Visconti, destacándose como ejemplo otra Obra Maestra del Director: “LA CAÍDA DE LOS DIOSES” (de 1969). Trabajó en otros films, como en el “PADRINO 3”, y Series de TV, como: “Dinastía”. Siempre se movió, “como pez en el agua”, para interpretar roles bisexuales y homosexuales. Por eso, en esta película que me ocupa ahora: él brilla superlativamente en su interpretación, anonada. Luchino Visconti supo a quién elegir para esto, además de la relación íntima que a ambos los unía. Perfecta complementación entre tu Director y tu Actor Principal, algo que no siempre se da. Nadie mejor que BERGER para responder y entregarle a VISCONTI una lograda, perfecta, interpretación de LUIS II DE BAVIERA.

El Director italiano nos regala también, la presencia de la actriz ROMY SCHNEIDER, bellísima, y la de SILVANA MANGANO, talentosísima. Y el regalo extra de un enorme actor británico, interpretando a RICHARD WAGNER: el siempre solvente TREVOR HOWARD. La primera interpreta a la EMPERATRIZ ISABEL –SISSY- en un papel secundario, pero importante, adueñándose de la pantalla con cada aparición suya. Fue el gran amor, platónico y frustrado de LUIS II DE BAVIERA, tormento que arrastró toda su vida. La cámara “disfruta” con esa presencia de ROMY SCHNEIDER, aunque también nos refuerza en una apreciación: fue una muy buena actriz, no sólo una cara bonita. VISCONTI fue tan excelente Director, que también sabía sacar a escena todo el potencial de talento que tenían sus actores y actrices. Así, en el plató: ¡brillan siempre!

Pues bien, ya no os canso más con mis consideraciones.

¡Contemplad y disfrutad esta joya de película!

Hasta la próxima, amigos.

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