LA GAVIOTA.

Antes de comenzar mi Publicación, deseo dejar claro que esta extraordinaria OBRA de TEATRO, no puede ni debe separarse ni leerse sin leer también sus “siamesas” chéjovianas: “EL TÍO VANIA” y “EL JARDÍN DE LOS CEREZOS”. Éstas son una trinidad, cuasi matrimonial, esencialmente indisoluble. Y os advierto también, y os lo recomiendo, que ubiquéis todo esto en toda la Obra de Chéjov, así también como en el útero y marco de toda la LITERATURA CLÁSICA RUSA, que ya conocemos los Genios que ha parido y nos ha regalado, ayer y siempre. Hecha estas puntualizaciones y consejos, paso a compartir con vosotros algunas consideraciones de “LA GAVIOTA”, de ANTÓN PÁVLOVICH CHÉJOV.

Me apetecía leer Teatro, aunque siempre me apetece mucho más: ver y escuchar Teatro en el escenario. ¡Amo las “tablas”! Como no he podido hacerlo, he leído –nuevamente- algunas OBRAS de TEATRO CLÁSICAS GRIEGAS, y algunas otras UNIVERSALES, tal es el caso reciente de: “LA GAVIOTA”. Y deseo compartiros algunas cositas que las musas inspiraron en mi mente, corazón y alma, al haberla releído.

Luego de releerla, he contemplado también una de las varias adaptaciones cinematográficas que de ella se han hecho. Es la última: “LA GAVIOTA”, película del año 2017. De ella también hablaré, en esta Publicación de mi BLOG, conjuntamente con el análisis de la Obra Literaria Teatral, que da nombre a la película.

La invasión injusta, inmoral, ilegal, cruel y criminal de PUTIN a UCRANIA, no debe hacernos odiar a RUSIA ni a los RUSOS. Hagamos “compartimentos” objetivos en nuestra cabeza y entrañas sensibles, al respecto. No podemos ni debemos olvidar, objetivamente, TODO lo de maravilloso ni toda la riqueza infinita, que Rusia ha aportado, y aporta, al ARTE, HISTORIA, CULTURA y LITERATURA universales. Con una estética extraordinaria, elevada sensibilidad y potencia moral y humanista. Negar todo esto es ser un necio y un mentiroso.

Puntualmente, por la Obra Literaria que me ocupa ahora, deseo poner en realce, en valoración y amor, a esos GRANDES creadores rusos, que nos han legado muchas páginas inmortales y sublimes, en calidad, nivel, talento, historias, personajes, temas, y riqueza humana. Además, de un estilo del Lenguaje con mucho “peso específico” e identidad, cargado de belleza. No podemos ni debemos olvidar ni despreciar a GRANDES como: ANTÓN CHÉJOV, LEÓN TOLSTÓI, FIÓDOR DOSTOYEVSKI, BORIS PASTERNAK, NICOLÁI GÓGOL, MÁXIMO GORKI, ANDRÉI BIELY, MIJAÍL BULGAKÓV, VASSILI GROSSMAN, ALEXANDER PUSHKIN, TURGENEV, por nombrar algunos. Porque si hay algo que Rusia nos ha regalado –y sigue regalándonos- es una catarata infinita de escritores y creadores del arte de la palabra en sus diversas formas, hasta nuestros días.

Os confieso que AMO a la Literatura Rusa, y a esos SUBLIMES creadores y escritores rusos a los que me referí antes. He devorado sus Obras Literarias, y no me disgusta volver a leerlas. Además, son tan fecundos que –con y por ellas- han dado pie siempre a miles de representaciones en los escenarios, y muchas adaptaciones cinematográficas.

Para “penetrar” en el “vuelo” interior de “LA GAVIOTA”, hay que zambullirse en el “universo Chéjov” y en todo lo que era la Rusia de su tiempo. Es una pieza teatral en 4 Actos, y es del año 1896.

Esta Obra Teatral, nos coloca en el año 1904, en la Rusia de la decadencia del Zarismo y la Nobleza y Burguesía. Son los años previos a la Revolución Marxista-Leninista, y posterior dictadura de Stalin, con el auge e imposición del Comunismo en toda Rusia. Una Sociedad marcadamente clasista, elitista, privilegiada va siendo devorada, y destruida, por el zarpazo creciente, progresivo, arrollador y violento, del campesinado, el proletariado… el pueblo miserablemente pobre. Las guerras, contiendas y demás factores económicos, políticos, ideológicos, culturales, religiosos y sociales, van sufriendo mella, a pasos agigantados, y afecta a todos, más aún a los protegidos, “estables”, acomodados y “tranquilos” del Poder y cercanos al Poder. Son tiempos de la caída del Imperio ruso, y con ello: de la decadencia de Rusia. Los poderosos, nobles y burgueses de entonces quedan desestabilizados y desprotegidos, y una gran frustración, tristeza, desgarro, sentimiento de pérdida, añoranza, abulia, inutilidad y sin sentido es lo que les embarga, congela y desespera. Muchos de ellos se refugian en el Arte, puntualmente en la Literatura, como válvula de escape, como búsqueda, como sentido existencial y como resistencia. El Arte y la Literatura como “pulmón” y “aguante” frente a la resignación, la desesperanza, el caos, la pérdida… y la muerte.

Esta Obra Teatral es una declaración, casi desesperada, de amor al Arte, a la Literatura, y al amor humano, con ardiente intensidad ética. En ella “tocamos” y “respiramos” esa nostalgia de lo perdido; esa sinrazón del seguir existiendo casi siendo y sintiéndose nada, no sólo nadie; esa añoranza y tristeza abúlicas e inertes; ese desear ser felices, y no poder serlo; ese añorar amar y ser amado, y no lograrlo… Son víctimas del Zarismo, pero también son ahora víctimas del Comunismo. Es como que quedaron entremedio, atrapados. Están como “tirados” y deambulan, vagan, como pueden, refugiándose como y en lo que pueden, agarrándose con desesperación y pasión al amor… que es lo único que les queda, a algunos… casi hasta la locura…

Tanto en el texto literario como en la película, nos encontramos con ese nuevo orden, esa nueva realidad, esa nueva sociedad que va imponiéndose, y arrasando el ayer. Y ello conflictúa y desgarra, y desequilibra también existencialmente. El sobrevivir, la desesperación, el caos y la resiliencia, como se pueda, se instalan. Nada ni nadie ya es ni será como antes.

Los conflictos amorosos y artísticos, entre los 4 personajes centrales, no hacen más que demostrarnos todo esto a lo que me he referido. La ingenua NINA, la ex gloriosa actriz IRINA ARKÁDINA, el dramaturgo experimental KONSTANTÍN TRÉPLEV (hijo de Irina) y el famoso y maduro escritor TRIGORIN, son exponentes de lo que se vivía en esa Rusia decadente, desesperada y agónica.

En la película entramos en las entrañas de ese universo, tan complejo, desgarrado y misterioso. Ya sabemos bien que, adaptar Literatura al Cine: “tiene sus bemoles”. Mucho más riesgoso y complicado es aún, adaptar Teatro al Cine. ¡Mucho más! Pero esta versión fílmica de “LA GAVIOTA” está bastante o medianamente bien lograda. Con una impecable y solvente FACTURA TÉCNICA y un trabajado y muy estético DISEÑO y DIRECCIÓN de PRODUCCIÓN y ARTÍSTICA. El GUIÓN es de: STEPHEN KARAM y la DIRECCIÓN es de: MICHAEL MAYER. Además, tiene un CASTING y ACTUACIONES de LUJO: ANNETTE BENING, SAOIRSE RONAN, BRIAN DENNEHY, MARE WINNINGHAM, COREY STOLL, ELISABETH MOSS, BILLY HOWLE… en los personajes principales, y gozando de una muy buen DIRECCIÓN de ACTORES y de interpretaciones de Secundarios. Bueno pues: os invito a verla. Actualmente está en streaming en la plataforma AMAZON PRIME y, supongo que también en internet.

No dejemos de LEER. No dejemos de alimentar, sustanciosamente, nuestra mente, corazón y alma, porque eso nos ayudará mucho a vivir, y a ser mejores personas, buenos seres humanos… y no dudaría en afirmar que ello puede salvarnos…

Hasta la próxima, amigos.

Libro:  LA GAVIOTA.

Autor: ANTÓN CHÉJOV.

Editorial: Ediciones Cátedra- España- 2000.

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