¿Os acordáis?…
¡¿Cómo olvidarnos del CINE FRANCÉS de los ya míticos años 60`…!?…
Ese CINE con mayúsculas: renovador, revolucionario, original, creativo y tan fecundo en talentos. Un CINE que hizo Escuela, y que –hasta nuestros días- sigue maravillándonos y dejando sus huellas.
¡¡La NOUVELLE VAGUE!!
Y… ¡¿cómo olvidarnos de ALGUIEN como… CATHERINE DENEUVE?!… Una ENORME ACTRIZ, que no es sólo ya Patrimonio francés, sino del Arte, Cine, Cultura y vida de todos nosotros, de ayer, hoy y mañana. Pocas actrices han logrado “sellar” una identidad interpretativa; un estilo de matices en su ser, vivir, pensar y actuar; una voz muy propia, inconfundible, libre, directa, sincera, como “LA DENEUVE”. No alcanzarían mis líneas para hablar de este MONUMENTO de ACTRIZ, no sólo por lo que dije antes, sino por sus misteriosos, inexpresivamente expresivos, gélidamente elocuentes, y envolventes, “estáticamente” versátiles, talento y personalidad. Contemplar a esta mujer, en la pantalla y donde sea, no deja indiferente a nadie, aún en nuestros días, rayando ya su ancianidad. Por supuesto, no se han dignado todavía a coronarla con el ÓSCAR, aunque ¡tantas! “otras” ya sí lo tienen, incluso varios. Y lo dejo ahí: a buen entendedor, pocas palabras. ¿Verdad? Pero, a pesar de eso: es una Campeona en otros Premios, en Festivales de todo el mundo, y forma parte ya de esa estirpe-linaje y “cofre” del reconocimiento, respeto, valoración y amor universales. Es una de las Diosas del Olimpo del Arte, el Cine y la Cultura.
En esta película, vuelve a brillar, como ya en tantas. Nos tiene acostumbrados. Nunca nos defrauda. Ni siquiera actualmente, en sus tiempos de “viejita”. Seguimos contemplándola, como un talento viviente; como una incansable trabajadora; como una profesional; como una mujer de fuerte personalidad y de acendrado criterio.
“MANON 70” es del año 1968. Es otro intento más fílmico (ha habido numerosos, en Teatro y Cine), de adaptación a la pantalla, de la fascinante novela “MANON LESCAUT” del ABATE PRÉVOST, del año 1753. Esta novela forma parte de una Obra mayor, en conjunto, del mismo autor, que durante años fue objeto de feroces críticas y marginación, por ser considerada escandalosa. Estoy hablando de: “MEMORIAS y AVENTURAS DE UN HOMBRE DE CALIDAD RETIRADO DEL MUNDO” (de 7 volúmenes, escrita entre 1728-1731). “Manon Lescaut” es una parte de esta Colección e, inmediatamente que fue publicada, sedujo masivamente a todos y se volvió famosa. La verdad: la novela es cautivadora y sugestiva.
La película que ahora me ocupa, está dirigida magistralmente por: JEAN AUREL. Este guionista y director francés, de origen rumano, es alguien con mucho talento, experiencia y reconocimiento en el mundo del Cine. Y, en este film, da muestras de su “pulso” y “muñeca” logrando una Joya de calidad, y explotando al máximo el “caracú” del relato, del universo interior narrativo y estético de la novela. Además, exprimió todo el talento de sus intérpretes, sobre todo de Catherine Deneuve. Quiero destacar también, por supuesto, las actuaciones fantásticas de: SAMY FREY y JEAN-CLAUDE BRIALY.
Lo interesante y curioso es que, en el film que ahora rememoro en esta Publicación, el hilo principal, el timón y brújula, narrativas, interpretativas y estéticas, están en el personaje femenino, el de “la Deneuve”. La película es toda ella, casi como que: para ella. Esto fue hecho así, para explotar y regalarnos –en su poderosa actuación- toda la diégesis, todo el universo genético, toda la potencia narrativa, de matices y de contenidos-temas, de la novela “Manon Lescaut”. En esta película, es ella quien encarna la esencia de esta obra literaria. Todo está presentado en “óptica”, cosmovisión, vivencia y estética eminentemente femeninas. Pues bien: teniendo a Catherine Deneuve ¡lo tenía todo!¡Imposible desperdiciarla!…
Podría decir que la película nos pone de cara a la llamada: “puta fina”, bastante alocada, ingeniosa, atrapante, cautivadora, compleja, hasta simpática… Estamos ante la “mujer fatal”; ante la realidad de los vividores; el amor loco; la tríada amor-dinero-infidelidad. Pero nada de esto nos produce revolvernos en nuestro asiento, ni actitudes de moralina. Están tan magistralmente construidos el Guión, los personajes, los acontecimientos, y tan magníficamente logradas las interpretaciones, que empatizamos y nos encariñamos con “la Deneuve”, sobre todo.
La película está regada por cataratas de: gestos, miradas, silencios, lenguaje corporal… Brilla superlativamente el arte de sugerir la pasión sexual. Sin explicitar, sólo sugerir intensidad, deseo sexual y vivencia de ello.
Todo esto logrado con una FACTURA TÉCNICA y ARTÍSTICO-ESTÉTICA, memorables, consistentes, solventes, impecables y muy bellas. En conjunto, realzan el todo que es esta película.
Es muy saludable volver al CINE de “¿ayer”? ¡Muy saludable y necesario y urgente! Volver a contemplar maravillas como ésta, nos ayuda a amar más y más al CINE y nos sigue aportando ese contexto y raíces y matriz para comprender lo que vemos hoy en nuestras pantallas, y ¡no perder la memoria! Tesoros como “MANON 70” ¡existen y están hoy para nosotros!
Hasta la próxima, amigos.