¡¡¡UN CLÁSICO DEL CINE!!! ¡¡¡UNA JOYA DE LA COMEDIA!!!
¡¡Nunca olvidemos reírnos mucho!! ¡¡Nunca dejemos de contemplar films de Comedias!!
¡¡Necesitamos reírnos mucho, mucho, mucho… ahora y siempre!!
Pero para eso, veamos VERDADERAS ¡¡COMEDIAS!!
Por eso, esta vez recurro a los HERMANOS MARX en una de sus emblemáticas películas, que nunca se desgastan ni pasan de moda.
No voy a hacer spoiler contándoos el argumento de este film. Simplemente os invito y propongo que la veáis y os descosáis de risa, seáis felices y desconectéis sanamente. Para los que tienen MOVISTAR está en la grilla de películas que ofrece “Movistar +”. Para quienes no tienen Movistar, la tenéis en internet, en DVD, en Bluray. Por reír y carcajear a veces es bueno “rifar” algunas monedas.
La Dirección de esta excelente comedia estuvo en las manos de otro excelente y experimentado Director: ¡¡LEO McCAREY!! Y los protagonistas principales fueron los fantásticos e inmortales HERMANOS MARX: ¡¡GROUCHO, HARPO, CHICO y ZEPPO!! acompañados de un Casting y actuaciones increíblemente maravillosas.
Estamos ante una genial y desopilante comedia, con sátira y parodia política. Es hilarante, creativa, insólita, sorpresiva, ocurrente, y explosiva. Aparece otra vez el bálsamo de la risa y el humor como serias armas para retratar la realidad, hablar de ella, y también criticarla y ridiculizarla. Pero es una crítica y ridiculización muy inteligente y sagaz, aguda, penetrante; entretenida al extremo, y con una dimensión de actualidad. Es como si casi retrataran a nuestro tiempo y lo que en él está pasando. Esta comedia desnuda a todo y a todos, sin dar respiro. Es toda dinámica. Recurre a la ironía para “desvestir” la verdad y dejarla al desnudo, pero en ningún momento es ofensiva. Presenta un humor feroz, desenfadado, irreverente, catártico y cuestionador. Riéndonos a carcajadas y zapateando, también pensamos. Tras lo que vemos hay también una crítica y corrida de telón a los Políticos, la Política, el Sistema y también a la Guerra. Debemos ubicarnos que esta película es de 1933: ya ha pasado la Primera Guerra Mundial (la “Gran Guerra”) y aún la Humanidad sufre sus consecuencias. Pero, además, está brotando y expandiéndose el Nazismo y nos acercamos a la Segunda Guerra Mundial, la sangrienta tragedia, de la cual aún padecemos las consecuencias. Éste es el contexto de este film. Hay que tenerlo en cuenta para entender todo lo que encierra esta película, además de recordar que los Hermanos Marx eran Judíos.
Presenta una lograda, bella y cualificada Fotografía, en blanco y negro. Al igual que un magistral Montaje, en el cual el ritmo y la sintaxis narrativa y de tramas, se van engarzando como una cadena de eslabones en catarata. Maravillosa la combinación de Música, Canto, Baile y Diálogos. Nos sentimos partícipes de ese caos ordenadamente bello. Como siempre en las películas de los Hermanos Marx, reina la verborragia desbordante, pero no es charlatanería: todo es inteligencia lo que se dice en el film. Nos encontramos también con una factura impecable en lo referido a Producción y Diseño de Producción, así como también en la Producción y Dirección Artística: locaciones, vestuario, decorados, atrezo, iluminación, escenarios…
Un apunte aparte merece el rubro del “Lenguaje corporal”: los Hermanos Marx acá, y siempre, dan otra Cátedra de manejo del cuerpo y de lo gestual en la escena. ¡¡Siempre fueron Maestros en esto!! Convertían su cuerpo y su gesto en semas: cada gesto, cada movimiento, además de destornillarnos de risa, nos transmitían algo. Sus cuerpos, con sus movimientos y gestos, eran “significativos” y no sólo cómicos. Juntando estas dos cosas es quizás por lo que siempre nos reíamos y reímos tanto cuando vemos sus films.
En mi humilde opinión, los Hermanos Marx y, puntualmente esta película, son obligatorios para todo buen cinéfilo, y también una propuesta para toda persona amante de la risa, la carcajada, el disfrute, y el placer de vivir.
Termino como empecé: ¡¡necesitamos reírnos mucho, mucho, mucho!!… La risa, al igual que las lágrimas, son curativas y nos vivifican. ¡¡No dejéis de reír!!
Hasta la próxima, amigos, rientes y carcajeantes amigos.