HAY GENIOS QUE NO DEBERÍAN MORIR NUNCA…
Ese hombrecito italiano tan estadounidense, y universal…
Este DOCUMENTAL es otra de esas joyitas que, a veces, nos regala Movistar Plus.
Su DIRECTOR es: DIMITRI KOURTCHINE. Éste nació en Moscú (Rusia), pero vive en Francia hace más de 30 años. Viene especializándose en programas cortos y, sobre todo, Documentales (desde hace ya 10 años). Ya no es un absoluto desconocido en el mundo cinematográfico, aunque va haciendo su carrera sin apresurarse, y ganando reconocimiento, prestigio y valoración. Incluso ya en Festivales, como el de Cannes. En esta película documental sobre FRANK CAPRA, despliega un muy buen oficio como profesional Director. El film es atrapante, vital y cargado de información, recuerdos, entrevistas, referencias explícitas a la Obra fílmica del Director ítalo-americano-universal. Pero también, está impregnado de homenaje a Capra, con mucho cariño, respeto, admiración, nostalgia y añoranza de aquel ¡¡CINE!! Kourtchine ha logrado un muy buen trabajo cinematográfico en esta película. ¡Felicitaciones! Es que, además, nos vuelca la memoria y el corazón a tantas películas CLÁSICAS, entrañables, emblemáticas, perfectas y que ya son Patrimonio Cinematográfico y Cultural universales.
La duración de este excelente Documental es de 60 minutos, y muy sustanciosamente nutridos y rebosantes. Es del año 2020. Su GUIÓN es de: PATRICK GLÂTRE, experimentado escritor de otros Documentales, y especialista en un mito del Cine francés: Jean Gabin. La película que me ocupa hoy en esta Publicación, es de Francia.
FRANK CAPRA es de esas deidades que ha parido la madre naturaleza, y que ha ido forjando –como alfarero o ebanista- la vida concreta, del día a día, con sus etapas y procesos. Su personalidad es una miscelánea -compleja, dolorosa, tortuosa, testaruda, detallista, casi obsesiva y de labranza constante- de SER ALGUIEN y de lograr, disfrutar, ser feliz y comunicar-compartir el “SUEÑO AMERICANO”. De Sicilia a los EE.UU., con su familia, siendo un niño. Como millones de emigrantes en aquellos tiempos, y también en éstos. Fue alguien que tenía claro quién quería ser, primero que nada. Y luego, fue configurando ese qué y cómo hacer su vida, hasta lograr construir -en sí mismo- esa maravilla de CINEASTA que conocemos y que eternamente seguimos disfrutando, una y otra vez. Legándonos ese “SELLO CAPRA” en cada uno de sus films. Cada película suya es perfectamente identificable, porque todas llevan esa esencia de su mente, corazón, alma y creatividad. Por eso, me atrevo a hablar de una identidad “capriana” en el CINE de este fenómeno y portento.
FRANK CAPRA fue el primero en ganar 5 Óscar, en 1934. Y ha sido, también, el primero en ganar 3 Óscar como Mejor Director. Nadita de nada. ¿No? ¡¡¡Ahí están sus PELÍCULAS!!! Sí, con mayúsculas.
Este Documental sobre él, y con él muy presente hablando, confesándose y compartiendo, es de obligada contemplación para todo amante del Cine, sobre todo del CINE. Os encontraréis, no sólo con este GRANDE de la pantalla, con sus personajes, historias y maravillosas técnica y estética, sino con el hombre concreto, de carne y hueso. Y os aseguro que lo amaréis mucho más.
Una de las cosas más valiosas de CAPRA fue que, nos entretenía y hacía muy felices, pero no sólo eso. Era TAN genial, que en sus películas siempre había “algo más”, que toca las fibras íntimas del ser humano; toca esas realidades sociales, políticas, económicas, históricas, antropológicas, culturales y existenciales. Sus films nos hacen soñar, nos transportan, pero siempre CONTIENEN “algo” que nos apela y nos “llega” vital y profundamente. Por eso nos emocionan, pero nos “hablan” de “algo más”.
Un aporte de CAPRA a la Cinematografía es que fue el creador del HAPPY END. Las genialidades de sus Guiones siempre se coronaban con el final feliz, sobre todo con el triunfo del amor, y no sólo de pareja; y con la victoria del Bien, la Verdad, los Ideales y los Valores. Un happy end resultado de “remar contra viento y marea”, en muchas de sus historias y en muchos de sus personajes. Y todo lo condimentaba con toques permanentes de HUMOR. Capra no fue nunca trágico, pero sí fue mágicamente realista. Es memorable el “estilo capriano” con sus personajes, situaciones, enredos, giros, ritmo, imprevistos, “salidas” y ocurrencias… de sus historias y de sus actores y actrices. Porque, en el fondo, lo que Capra nos regalaba, era la vida misma, concreta, cotidiana, natural, disfrutada, sufrida, luchada y conquistada, a pesar de todo o, más bien, con todo. Por ello es que sus films son tan entretenidos, llevaderos y nos enamoran. CAPRA era un Maestro conocedor de la psiquis humana y sus conductas personales y sociales, y -con ese “requisito” que siempre tuvo en cuenta-, creaba sus películas. ¡¡Siempre pensó en los espectadores!! Le gustaba atraparlos. ¡¡Y lo lograba!!
Él había estudiado Ingeniería (en esa búsqueda de identidad de su juventud) y, ciertamente, cómo construye sus personajes e historias, y cómo es un Catedrático en el manejo de la Técnica y Lenguaje Cinematográficos, revelan una suerte de precisión milimétrica de su don y tarea como Cineasta.
Pero CAPRA no fue solamente todo esto. Fue un EXTRAORDINARIO DIRECTOR DE ACTORES. Pasaron por sus manos los mejores intérpretes del Cine de entonces, y logró de ellos y con ellos, verdaderas maravillas memorables, verdaderos estallidos y esculpidos de talento, calidad y nivel. Además, conocía a cada actor, a cada actriz, en su personalidad, registros, capacidades, experiencia…; y entablaba con ellos auténticos vínculos relacionales, muy humanos.
Voy a terminar esta Publicación, agregando que CAPRA fue un GENIO creador y trabajador, empecinado, en cada uno de sus proyectos. Sino no los llevaba adelante. Partía siempre de esa INSPIRACIÓN-INTUICIÓN, propia de todo Artista, casi que era como que se obsesionaba con ella, y allí arrancaba su persecución del proyecto creador, que seguimos y seguimos y seguimos disfrutando en las pantallas. ¡GRACIAS, CAPRA!
CAPRA dixit.
Si podéis, mirad este Documental. Si no podéis, tratad de buscar y contemplad sus películas. ¡¡¡Qué PELÍCULAS!!!
Hasta la próxima, amigos.