DIANA GABALDON: “CUENTA A LAS ABEJAS QUE ME FUI” (Libro 9).

No me olvides… No me olvides… No me olvides…

Quizás, a quienes me leen y comparten conmigo les haya llamado la atención que yo haya demorado tanto tiempo en hablar de este 9º libro de la increíblemente infinita SAGA LITERARIA de esta ¡GENIAL SEÑORA!…

¡DOÑA LADY DIANA GABALDON!

(quien además es MUY humilde y normalita, sin alardes ni artificios)

Decidí demorarme en escribir y publicar al respecto, por decisión personal. Primero, porque había leído el libro en inglés (la versión original, el texto de ella), pero –como soy española- quería leer la edición en mi Lengua, para comprobar qué tal lo habían hecho otra vez. Es que ¡soy una maldita y odiosa Filóloga!, entre otras varias “maldiciones” que cargo como estigma en mi cabeza, alma y corazón. Pues bien, salvo algunas “cuestiones” complicaditas de ajustes idiomáticos, de giros expresivos, morfológicos, sintácticos, semánticos, léxicos… y algunas “improlijidades” de estilo –hilando fino-, los traductores han hecho un buen trabajo. La edición del volumen es cuidada, esta vez es de tapas duras, pero no me gusta la foto que han colocado como portada: en mi humilde opinión, no guarda relación con nada de lo que es ese Tomo ni con el “universo” creado por GABALDON en su “Saga Literaria”. Pero bueno, se lo perdonamos al muy serio y profesional EDITORIAL SALAMANDRA. El texto, “se deja leer”, y no es irreverente con el original.

La segunda razón de mi demora, para hablar de este 9º libro, es por algo que me pasa igual que a la encantadora DIANA GABALDON: necesito dejar pasar en mí y por mí, en mis entrañas y en mi vida, el tiempo… Soy ya una persona mayor, más cercana en años a ella que a muchos de vosotros, mis lectores (posiblemente) y, a medida que “peinamos canas y arrugas”, necesitamos la experiencia del tiempo, como misterio, y para “rumiar” interiormente todo…, para decantar…, para filtrar…, para purificar…, y así ahondar, ordenar, objetivar, pulir… fecundar y crear: ideas, pensamientos, sentimientos y sensaciones… Y… ¡no escribir a tientas y a locas!… Es el arte de ir envejeciendo con y en lo que escribes, para poder hacerlo poniendo más de ti mismo, desde tus “entrañas”… ¡Mucho más aún esto, si aquello sobre lo que deseas escribir es algo TAN maravilloso como lo es ese “universo” creado por DIANA GABALDON!… ¡Más aún si se trata ya de un 9º libro de esa “Saga Literaria”!… ¡No se puede ni debe escribir burradas ni nimiedades ni subjetividades… ni poca cosa… ni spoilers!… ¡Hay que ser serios y profesionales!… Para ciertas cosas, no vale la cualidad exclusiva y excluyente de ser “fan”, menos aún si eres escritor.

Junto a esos dos procesos claves, he puesto también mis oídos y ojos en las opiniones y el sentir de aquellos/as que ya leyeron este 9º libro; he conversado personalmente con algunos de ellos, incluso en ámbitos Académicos, culturales, bibliotecarios, editoriales y libreros. Es que me gusta mucho escuchar a los demás, me enriquece, y me ayuda a terminar de “embarazar” la creatura que luego pariré en mis textos escritos y publicados: ¡amo y respeto “in extremis” la interdiscursividad y la intertextualidad! Y durante estos meses, todo lo que he recibido de los demás, al respecto del libro 9, me ha confirmado sobre qué líneas debía desarrollar en el discurso de mi exposición, cuáles debían ser aclaradas, completadas, abonadas, enriquecidas, profundizadas, e incluso rectificadas, para lograr así una LECTURA verdaderamente FECUNDA, no sólo del libro 9 en sí mismo, sino INSERTADO en TODA la “Saga Literaria”, y en la DIÉGESIS del “UNIVERSO OUTLANDER” creado por DIANA GABALDON. A fin de superar la mera lectura literal o simbólica o afectiva o subjetiva o emocional… e ir hacia una LECTURA más madura, adulta, integrada y SABIA, al nivel, calidad e intensidad de sus páginas. Porque:

¡DIANA GABALDON se lo merece! ¡Hacen casi 40 años que viene regalándonos este tesoro! ¡Y es increíble cómo y cuánto ha ido madurando, mejorando y creciendo ella como escritora y creadora, en su estilo, técnica, talento y magia, desde el libro 1º a este 9º!

¡Seamos unos lectores a su nivel: seamos SUS lectores, no sólo sus fans y admiradores!

Lo primero que me queda claro, de mi LECTURA del libro 9º, es que NO puede ni debe ser cortado su “cordón umbilical” de los otros 8 anteriores. Lo que yo he bautizado como el “UNIVERSO OUTLANDER” es diegética y estructuralmente, en su esencia, un ANILLO multicircular, multiconcéntrico, cuyo eje o “matriz es el AMOR de CLAIRE y JAMIE FRASER, insertado en el otro gran misterio de este “universo”: el del TIEMPO. Estos dos son los dos grandes pilares sobre los que GIRA toda la “Saga Literaria”, desde el principio, y todo lo que ocurrió, ocurre y ocurrirá, siempre tiene su raíz en eso, brota de eso y a eso converge.

Por eso: NO SE PUEDE LEER, NI SE DEBE HACERLO, “EN EL AIRE”, SEPARANDO CADA LIBRO DEL RESTO DE LOS OTROS. CADA LIBRO, EN ESTE CASO EL 9º, DEBE SER CONTEMPLADO DESDE y CON LOS OTROS. SINO, NOS EQUIVOCAREMOS EN LA LECTURA.

Pero hay más: TODOS los personajes creados, existen gracias a eso, por y para eso. Ese “universo” es tan infinitamente infinito y fecundo, que a todos los hace existir, transitar en un espacio y en un tiempo; les regala una razón de ser, de vivir, de luchar y de morir; todos ellos son seres temporales, con una historia, un protagonismo, una misión… en el TIEMPO, y gracias a CLAIRE y JAMIE FRASER. Todos están vinculados, entroncados, a ellos dos, de alguna o de distintas maneras, buenas o malas, familiares o no… El CÍRCULO se retroalimenta y es la fuente de existencia de TODO y TODOS.

DIANA GABALDON, ha ensortijado esta parte de la trama, en el período de la Guerra de la Independencia de los EE.UU., y lo hace magistralmente.

Su soberbia creación literaria reside, en estos últimos libros, en “encajar” la ya de por sí compleja madeja narrativa dramático-espacio-temporal de los libros primeros (y anteriores a éste), en esta otra madeja narrativa dramático-espacio-temporal, ¡¡sin abandonar aquélla otra, la esencial de toda la diégesis de su “universo” literario creado!! Si esto no es ser una GENIAL escritora: ¿qué o quién lo es?… Sin llegar a serlo (por supuesto), me recuerda, a veces, a MIGUEL de CERVANTES y SAAVEDRA, quien en “EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA” creó el Género de la “Novela Moderna”. En él, entretejía historias con sub historias, que contenían relatos con sub relatos, con tramas con sub tramas, todos ellos con una multitud infinita y mágica de personajes, lugares, tiempos y situaciones. Y todo perfectamente unificado, y consolidado como un todo, un bloque de una sola Obra Literaria, que contiene UN “universo” dentro de sí, anclado y fundido por y en EL QUIJOTE. Al modo como lo creado por DIANA GABALDON, en y por CLAIRE y JAMIE FRASER. Ni en la Obra de Cervantes ni en la de Gabaldon, LO ESENCIAL y LOS ESENCIALES, nunca se diluyen o dispersan, ni sus autores/creadores pierden el control de ellos, ni de todo ni de todos los que existen en esa diégesis y “universo” literario.

¡¡Chapeau Madame Gabaldon!!

Me he extendido, más y puntualmente en todo esto, porque leí (y también escuché) algunos comentarios críticos sobre este libro 9º diciendo que era “excesivamente descriptivo y aburrido” en un “montón de detalles, historias, anécdotas, personajes, situaciones…innecesarios” que “no tenían ya nada que ver con CLAIRE y JAMIE FRASER”…; que “DIANA GABALDON los había ido abandonando” y se “había centrado” en todas esas otras tramas y demás “hierbas” habidas y por haber; que “casi no aparecían o eran poco trascendentes”; que “no tenían el mismo peso ni intensidad que en los anteriores libros”; que “ya no eran el JAMIE ni la CLAIRE de siempre”; que “la autora se ¡¡”perdía”!! en un sinnúmero de descripciones “aburridas””…; que algunas personas ya se saltaban páginas, y hasta capítulos…Ésas son algunas de las apreciaciones que me llamaron la atención, con preocupación y dolor.

Yo no voy a juzgar a nadie. ¡Por supuesto! Menos aún voy a juzgar ni condenar la capacidad ni calidad de lectura de nadie. No soy tan mala persona. Pero sí sé lo que significa escribir, y crear todo un “universo” literario, y por eso defenderé siempre a quien escribe. Más aún si es un escritor a quien amo, como es el caso de DIANA GABALDON.

Lo que puedo y deseo aportar, a esas objeciones y observaciones que algunas personas han hecho sobre el libro 9º, y que las hace cuasi rechazarlo (o “estigmatizarlo” o mandarlo a la “hoguera”), es que en todo texto literario hay “ENTRE LÍNEAS” que hay que ir LEYENDO “DEBAJO” y “DETRÁS” de la textualidad de lo que está escrito, y que siempre eso guarda referencia y relación –a modo de “placenta” o “matriz” u “ombligo” o “sangre” nutriente- con LO ESENCIAL de esa Obra Literaria: tema, personaje/s, historia, tiempo, espacio principales. Si recorremos todo y todos los personajes, acontecimientos, lugares y tiempos del libro 9º, vamos a confirmar que son un despliegue más, un ahondamiento y confirmación más, de que TODO y TODOS esos SON y ACTÚAN “derivados”, como las semillas, ramas y hojas que brotan de un sólido tronco único, que hace de raíz incólume, presente siempre, con y por su amor: de CLAIRE y JAMIE FRASER. Ellos no tienen por qué ni para qué ESTAR siempre presentes FÍSICAMENTE “allí” en lo narrado, pero ESTÁN, porque nada de eso narrado ocurriría sin ellos. Por eso, realmente son OMNIPRESENTES, en la esencia, en la sustancia, del misterio de ese “universo” literario narrado que leemos y contemplamos. ¿Me explico?… Son tan extraordinarios que su grandeza se despliega, se explicita, se amplía, se hace fecunda en otros. No se agota ni se cierra ni termina ni se consuma ni se fagocita en ellos dos, sino que son motor, son factores de promoción y cuidado, generan personas y acontecimientos. La comunión de Amor de CLAIRE y JAMIE FRASER se fecundiza en vida de otros: son vida, dan vida, cuidan la vida… SUTILMENTE como las abejas…

Por ello, es maravilloso recorrer todas esas miles de páginas, con esas descripciones –tan detalladas y detallistas-, de tantas minucias y delicadezas, de la vida cotidiana, de costumbres, de diálogos, situaciones, expresiones, vestimentas, olores, sabores, comidas, frutas, hierbas, peinados, adornos… etc, etc, etc…, con las que DIANA GABALDON riega sus páginas. Las verdaderas Obras literarias, escritas en el Género de Novela, son MUY descriptivas, detallistas, naturalistas; colmadas de precisiones; con notas psicológicas, humanas, culturales, sociales, paisajísticas, folclóricas, etc.  Porque todo eso va haciéndonos de “abono” casi visual, olfativo, auditivo, sensorial… a nuestra imaginación y capacidad lectora; nutre la diégesis, y nos ayuda a sumergirnos, más y más, en ese “universo” espacio-temporal, en el cual –en ese momento histórico- nuestros amados CLAIRE y JAMIE se despliegan, junto con todos los muchos que ellos han “parido” y “abrazado”, tan amorosa, oblativa, heroica y sufridamente. ¡En ningún momento Diana Gabaldon se olvidó de ellos o los abandonó en este libro 9! Es más: CLAIRE y JAMIE FRASER están más madura, sutil y sólidamente presentes, cada vez más, porque NADA NI NADIE DE ESO NARRADO EXISTIRÍA SIN ELLOS. Y esto, en el libro 9º vuelve a quedar firmemente claro, una vez más.

Las historias de amor, en los textos literarios, no sólo son “contigo pan y cebolla”; no son puro “romanticismo”; no son todo “caramelo” ni pasión sexual. Cuando dos personas se aman de verdad, se comprometen, y asumen un proyecto de vida, común y compartido, y eso implica a otras personas, empezando por una familia propia. El AMOR verdadero, ése con mayúsculas, no es solamente “carne”, y no se vive ni se expresa exactamente igual en la adultez, y ancianidad, que en los años mozos. Los 20 años no son eternos. Todos envejecemos, y morimos. También nuestros amados JAMIE y CLAIRE FRASER. Cuando el verdadero AMOR va madurando, al compás del TIEMPO, se vuelve adultamente apasionado, y se siente y vive de esa manera. No se deja de sentir ni de vivir eso. Ni se rebaja su intensidad, sino que se hace más sólida, tierna, profunda y serena. La TERNURA y SERENIDAD cobran mucho protagonismo. Esto es lo que aparece muy claramente ya en los últimos libros (y en este 9º) de DIANA GABALDON también. ¿Qué pretendían, algunos lectores/as, como presencia de esto en el libro 9ª, exactamente lo mismo que en los anteriores, leer lo mismo?… Perdonadme, pero poco conocen algunos de lo que es la naturaleza humana y las relaciones de las personas, si pretendían eso. La misma autora ha confesado que ELLA se inspira en la historia y proceso de su propio matrimonio (de más de 40 y tantos años ya) y de su familia, y en su propia vida personal de ya 70 años.

Lógicamente, nuestros CLAIRE y JAMIE no son los mismos. Los años pasan. La “Saga Literaria” de Gabaldon “rumia” sobre el misterio del TIEMPO. Es uno de sus temas esenciales, junto con el del AMOR. Pretender que el tratamiento de estos personajes, por parte de la autora, en su forma de actuar, acercándose ya a la ancianidad de lo que era ésta en esos años, no cambie: es ignorar la realidad de la naturaleza y de la psicología. Todos vamos cambiando: somos personas históricas, culturales y espaciales. Lo único que permanece es la identidad de la esencia de nuestro yo, y eso CLAIRE y JAMIE FRASER SÍ LO SIGUEN MANTENIENDO, lo que ha ido evolucionando –de la pluma de Gabaldon- son todos los matices y registros evidentes y lógicos que deben cambiar.

Lo maravilloso, y yo invitaría (porque yo lo he hecho), es volver a leer todos los libros –en continuidad- para descubrir y disfrutar el increíble, fascinante y transformador viaje y proceso de ambos personajes, a nivel individual, y como amigos-esposos-familia-Clan-Comunidad, porque descubriréis y contemplaréis una conmovedora y estremecedora historia de evolución humana, procesos de adaptación personales, mutuos y sociales, maduración como personas, salvación de cada uno y mutua, y una historia de infinita fecundidad de ellos dos. ¡Quedaréis maravillados! Desde el primer libro a éste. Y os aseguro que este libro 9, que ya nos va llevando (fijaos ese título), al colofón y plenitud –como broche de oro- de este “universo” de AMOR y TIEMPO creado por DIANA GABALDON, os va a ir resultando como un GRAN libro, como una especie de “cascada” que va ya descargando su torrente a la consumación final que, seguramente, tendremos en el libro 10 (que está ahora escribiendo)…

El CÍRCULO eterno del AMOR empezó en el círculo eterno del TIEMPO…

Viene “girando” concéntricamente… entorno, por y con ellos… bebiendo de ellos… TODO y TODOS, siempre…

También en el 9º libro…

Porque nada muere definitivamente…

sólo se transforma…

en el misterio del TIEMPO… por la potencia del AMOR…

¿Alguien que leyó el libro 9º puede pensar o creer que Diana Gabaldon se olvidó de todas estas sublimes imágenes paridas gracias a su creación literaria?…

¿Alguien que leyó el libro 9º puede pensar o creer que Diana Gabaldon se olvidó de la infinita fecundidad de Claire y Jamie Fraser, que parieron y cuidaron a tantas personas y acontecimientos, con y por su amor fecundo?…

¿Alguien que leyó el libro 9º puede pensar o creer que Diana Gabaldon perdió “el hilo” de que estas personas son la esencia del “universo” literario que ella creó?…

¿Alguien que leyó el libro 9º puede no sentir que estas palabras siguen latiendo…, cada vez más profundamente, en los oídos de nuestro corazón lector…, también en este libro 9º, como un eco eterno de toda la “Saga Literaria” del “universo Outlander”…?…

¿Alguien que leyó el libro 9º puede pensar o creer que Diana Gabaldon se olvidó de ellos?… y ¿de ir preparándonos, y acompañándonos en esto?…

El CÍRCULO eterno del AMOR empezó en el círculo eterno del TIEMPO…

Viene “girando” concéntricamente… entorno, por y con ellos… bebiendo de ellos… TODO y TODOS, siempre…

También en el libro 9º…

Ambos, mutuamente y con dolor martirial, tuvieron que aprender a dejar partir al otro…

Llegará “ése” momento… para ellos… y para nosotros…

pero… siempre quedarán tres realidades:

el CÍRCULO… el AMOR… el TIEMPO…

Y no me explayo más. Todo lo otro que puedo y deseo escribir, lo dejo para ese libro que sabéis estoy escribiendo sobre la SAGA LITERARIA y sobre OUTLANDER. Sino: ¡no me leeréis!

Hasta la próxima, amigos, Sassenachs, outlanders, lassies.