(de KIM ECHLIN)
¡Una joyita interesante, original, creativa, bonita, entrañable, conmovedora, y bien escrita!
Hace poco más de un año, murió mi amada madre. Era ya muy anciana, pero no estaba para morir todavía. ¡Ya quisiera yo llegar casi a los 100 años, así como ella, sobre todo con plenitud mental! Se nos murió de repente, apagándose como una vela… Cada día me convenzo más que fue mi amado padre quien vino a buscarla. Se extrañaban mucho. Yo la amaba mucho, y la sigo amando. Y también la echo infinitamente de menos… Es mi madre. Lo será por y para siempre. Una madre es una madre…
Tenía este libro, en una de mis estanterías, entre tantos… Lo había comprado cuando salió a la venta, en inglés, porque me pareció atractiva la propuesta. No pude leerlo, finalmente, por esas urgencias y prioridades de la vida, y del trabajo.
A raíz de la partida física para siempre, de mi amada madre, como sabía –a vuelo rasante de qué trataba- decidí ponerme en su lectura. Y no quedé defraudada.
¿Quién es KIM ECHLIN? (para los que no la conozcan)
Es nacida en 1955, en Canadá (Ontario). Es novelista, traductora, editora y profesora en su país. Tiene un Doctorado en Literatura Inglesa, por una Tesis sobre la “Traducción de los mitos Ojibway Nanabush”. Ha trabajado para CBC Television y en varias Universidades. Actualmente lo hace como Instructora de Escritura Creativa, en la “Escuela de Estudios Continuos”, de la Universidad de Toronto.
No he leído todas sus novelas. Sólo ésta (que es su primera), y una excelente, llamada: “LOS DESAPARECIDOS” (2009), que me la regaló un amigo Periodista; y “LA HIJA DE DAGMAR” (2001). Sé que tiene escritas y publicadas otras, pero no las he leído. Doy fe de que escribe muy bien, que tiene un estilo personal trabajado, y con muchos filones temáticos, semánticos, estilísticos y estéticos. Es una autora y escritora muy potable.
Como podréis imaginar, no os haré spoiler de este libro. Si podéis (y queréis, buscadlo y leedlo). Lo recomiendo y comparto, porque pienso que os puede gustar, y hacer bien humanamente.
El personaje principal es una mujer: SOPHIE WALKER, y –a lo largo de las páginas- descubrimos que alguien y “alguienes” más…
La autora construye una narrativa creativa, original e inteligente, profundizando en las relaciones, la vida, la muerte, el amor y el deber. La novela está ambientada en un invierno de Ontario, en una casa antigua cerca de un safari turístico que alberga elefantes, donde son entrenados para el circo. Sophie regresa allí, para estar con su madre, asistirla, cuidarla y acompañarla, porque se está muriendo de cáncer. Durante ese esperar, ocurren muchas cosas, que las llevan a descubrir una nueva intimidad, un nuevo encuentro, un nuevo modo de relacionarse y de amarse y comunicarse. Esta experiencia las fortalece personalmente, y en su vínculo esencial de madre e hija. Esto es lo que las apuntala y sostiene y ayuda para trascender el doloroso horror de morir.
El misterio de muerte-amor-vida que ambas transitan con amor, es acompañado por un proceso nuevo en SOPHIE: el desarrollo de una relación empática con los ELEFANTES. De ellos, llegará a comprender la importancia de la comunicación y la generosidad de una comunidad enriquecedora.
¡Todo lo que ocurre antes, en preparación a todo esto; durante y después…: no os voy a contároslo!
¡Los textos escritos son para leerlos, no para que te los cuenten!
Una historia de muerte, cáncer, supervivencia y amor por los elefantes.. Echlin impregna de magia una historia bastante simple. Allí incrusta a los elefantes, quienes ocupan un lugar destacado, sobre todo en ese cosmos creado por ella: de amor, pérdida, enfermedad (humana y animal), vida y muerte.
Su originalidad, muy inusual, radica en que logra hacer un retrato melancólico, desgarrador y conmovedor de esa hija y de la experiencia de la maternidad, humana y animal. Y alcanza esto, con una narrativa de muchos pliegues o capas o texturas, abrazando: el lenguaje (incluso en y de los elefantes), la música (Clásica), la pintura… Integra una impecable escritura con la imaginación. Centrándose, sobre todo, en los personajes, su identidad, esencia, sentimientos, pensamientos, emociones, conversaciones, pasiones, experiencias y procesos.
Todo ello, acompasado y acompañado por los elefantes: ellos no sólo son testigos de la historia que se despliega, son protagonistas, y muchas veces son los principales. Es que, en esta novela, la hondura humana de la autora va acompañada y enriquecida por una maravillosa y potente imaginería. Por eso, sus páginas cautivan, y deben ser leídas “con paso de elefante”: pausada, lenta, tranquilamente. No es una novela para leer con prisa ni “por encima” ni “en diagonal”. Tiene muchísimo “por debajo”.
No se trata de una simple historia de una anécdota humano-animal, tampoco es una fábula. Nos habla de la comunicación, del encuentro, de los vínculos familiares, de las relaciones humanas, del amor, de la maternidad, de la filiación, del deber, de la pérdida, de la vida y la muerte, del significado verdadero de vivir, de la comunidad, de la naturaleza… y todo ello escrito sin sermonear ni en tono didáctico moralizante, sino vívidamente vivencial y literario. Es así como el libro llega a conmover y a gustar.
Un bloque medular del libro es el de la relación madre-hija, con la consiguiente muerte de la primera.
Quienes ya tenemos muertas físicamente a nuestra amada mamá, sabemos en carne propia lo que esto significa y conlleva. Hay, ciertamente, pocos dolores como éste. Es como arrancarnos el ombligo y el alma, o el pellejo. El momento de la muerte de nuestra madre, nos marca para siempre. Es la experiencia de la GRAN e INFINITA orfandad. Es un momento de tal significación y trascendencia, que es una experiencia sagrada, guardada en el santuario de nuestra alma, para siempre.
Pues bien, Echlin entreteje este tema con puntadas, en cada una de las cuales, todos podemos sentirnos allí y así identificados. Cargando su prosa de sencillez, humanidad, elegancia, sensibilidad y belleza, pero sin sensiblería. Lo cual se agradece. No juega con nuestros sentimientos.
Su novela por eso es íntima e intimista, sincera, y con ternura contenida. Y nos hace de bálsamo consolador, y de reconciliador no sólo con los vínculos humanos, sino con esa vida y belleza que nos rodea, la de las creaturas que nos entornan, y que están interconectadas con nosotros. Ellas también encierran y nos regalan posibilidades de relación, comunicación, y secreta-misteriosa sabiduría. Todo esto claramente descubre SOPHIE, y la transforma, y le cambia la vida.
El libro de Echlin es bello y emotivo; lleno de amor, compasión, dolor y esperanza. Una historia de muerte y nacimiento, desplegado ello en un espacio intermedio con descripciones literarias muy conmovedoras. Este libro es de esos, cortos y pequeños, que realmente te “tocan”.
Sinceramente, no me arrepiento de haberlo leído, y ahora. Quizás éste era mi momento, mi “tiempo” de hacerlo. Y no me arrepiento de haber leído un libro que me hizo “salir de mi zona confortable” y obligada de lecturas acostumbradas últimamente. Es muy bueno, y lo aconsejo, practicar esta costumbre de leer otras cosas, otros autores, otras temáticas, autores no tan famosos ni “comerciales” ni exitosos, de otras partes del mundo, si podemos: en Lenguas originales… y por supuesto: siempre leer y leer y volver a leer siempre nuevamente, una y otra vez, a los ¡¡CLÁSICOS!!
Y punto final, por hoy. No os doy más la lata. ¡Suficiente!
No dejéis nunca de LEER. De “rumiar” libros, vivirlos, sentirlos, soñarlos, amarlos… porque los libros os aman a vosotros.
Hasta la próxima, amigos.
Libro: ELEPHANT WINTER.
Autora: KIM ECHLIN.
Editorial: Penguin Books- Canadá- 1997.