¿QUÉ MIRA LA ACADEMIA DE CINE DE HOLLYWOOD?…
¿QUÉ MIRAN LOS DECADENTES ÓSCARS… GLOBOS DE ORO… y OTROS AGÓNICOS PREMIECITOS?…
10) El genial Maestro ALFRED HITCHCOCK sostenía con vehemencia que no era recomendable trabajar en escena con NIÑOS. Lo mismo decía de los animales. Pero, él hizo películas con ambos, y fueron verdaderas obras maestras. ¡De ninguna manera voy a criticar a Sir Alfred, a quien además de admirarlo, lo amo! Incluso he escrito y publicado sobre él. En mi BLOG lo tenéis. Lo cierto es que, en BELFAST, nos hallamos con un increíble gran actorcito, un diminuto-gigante geniecito: JUDE HILL. ¡Vaya descubrimiento se ha sacado de la chistera Branagh! Un niño irlandés, de Belfast, elegido en un casting de miles de chicos. Nuestro BUDDY en la película, un alter ego de Branagh infante. Hay que reconocer que no es fácil trabajar con niños, y dirigirlos. Implica y exige mucho trabajo, tacto, dedicación, paciencia, tiempo y cuidado de parte del director, y de todo el equipo embarcado en una filmación. Los niños son niños. Pero no son tontos. Y, muchas veces, nos dan lecciones. ¿O me equivoco, mundo adulto?… El protagonista principal de esta historia es, pues, este NIÑO. Muy acertado de parte del director centrar y hacer girar toda la trama y la cámara subjetiva en torno a Buddy. Bien dice el refrán que, junto con los locos y borrachos, los niños son los dueños y más creíbles de la verdad. Además de ser los testigos, y muchas veces víctimas inocentes, mudas, totalmente desnudas y transparentes, de esa verdad. Lo hemos visto a lo largo de toda la Historia de la Humanidad, y muy cerca en el tiempo con el nazismo y las recientes guerras y atrocidades con y contra ellos. Y ahora, en Ucrania. Son los más fieles, auténticos y conmovedores protagonistas. Por eso nos duelen y nos tocan íntimamente más en medio de todas estas tragedias. BUDDY lo es también. Es un NIÑO pero percibe y se cuestiona, anonadado, triste, miedoso, rebelde, ingenua e inocentemente, todo lo que ve y experimenta en su familia y en la realidad que lo entorna. Como un gran maestro guionista, Branagh ha construido excelente y perfectamente a este personaje. Y lo mismo ha hecho para construir todos los otros personajes de esta historia real-fílmica. Además de su siempre competente y amistosa dirección de actores. Tiene la capacidad de trabajar coordinada y complementariamente con sus equipos. Acabaré este punto manifestando mi pena y no conformidad con la no nominación de JUDE HILL para los premios cinematográficos. No sé ni entiendo qué les pasa a todos esos mandamases de la industria que ya no nominan ni premian niños. En la historia fueron premiados, la más cercana: Anna Paquin, por “El piano”, allá por los años 90. Sigo sin entender los criterios de toda esa gente que se denomina “académica”.
11) Junto con el punto anterior, y como consecuencia, me ocupo ahora de la vergonzosa, escandalosa, irritante NO nominación para los Óscars de nuestra CAITRIONA BALFE. Tampoco entiendo mucho eso de calificarla como Actriz de Reparto/Actriz Secundaria en la película BELFAST. Gran parte del peso de este film, en lo de drama y comedia, recae en su personaje: MA (toda una MADRAZA) y en su actuación. Ha sido un desprecio que ha enervado a todos los que entendemos de actuar y amamos el Cine. Nominada en todos los Festivales y Premios en los que la película se presentó y compitió, es inexplicable que la Academia de Hollywood la trate así, la desprecie así. O quizás, ello responde a ciertos clichés del mundo, negocio y sistema de Cine de Hollywood. Me explico mejor: siempre maltrataron, postergaron, cuestionaron y hasta ignoraron y despreciaron, a los bellos/as y a los talentosos. Tienen esa “cosita” mental de que la belleza se contradice con el talento; ponen en duda y niegan que lo bello y lo talentoso puedan darse unidos en un artista. Recordad ejemplos que clamaban al cielo en esto: Leonardo Di Caprio, Kate Winslett, Paul Newman, Cary Grant, Débora Kerr, Elizabeth Taylor, Cate Blanchett… por nombrar unos muy poquitos ejemplos. Lo han hecho y lo siguen haciendo: no los premian, y si lo hacen es porque ya no les queda otra, las evidencias del talento y la calidad terminan desgastando y arrollando a los “académicos”. Y muchas veces, aquietan sus conciencias con el invento del Óscar Honorífico para premiarlos… o los siguen eternamente teniendo en stand by como los casos de GLENN CLOSE y MICHELLE PFEIFFER. Sí señores y señoras: estas dos DIOSAS de la actuación, aún no tienen un Óscar, aunque han sido nominadas un montón de veces, y premiadas con otros premios, incluso en Festivales (donde realmente se compite y no hay “padrinos ni madrinas”). Un verdadero pecado contra el talento y la calidad, para con mucha gente del mundo del Cine. Es más aún: muchas veces no los han premiado tampoco o los han dilatado en el tiempo para hacerlo, por sus vidas privadas; por sus ideas y opciones y compromisos político-sociales, y por sus vidas anteriores: un ejemplo sonoro de esto fueron los talentosos Susan Sarandon y Tim Robbins, luego. Y aquí me detengo: nuestra Caitriona Balfe fue (durante 10 años, en su tierna juventud) TOP MODEL, que no es lo mismo que modelo. Tengamos claro esto y no equiparemos desfilar y modelar con ser una Top Model. ¿De acuerdo? No me extenderé en hablar de lo que esa experiencia significó para Cait ni lo que le dejó para su formación y experiencia humana y artística. Porque ella SIEMPRE, desde pequeña, quiso ser actriz. Si a alguien le interesa este tema, hay información al respecto en internet. La cuestión que me ocupa ahora es: ¿no puede ser una ex Top Model, una excelente actriz?… Ésta es la “madre del cordero” que la Academia, y muchos otros, tienen prejuiciosamente en sus cabezas. Haber sido Top Model parece ser, para esa gente, una duda, un impedimento y una negación del talento y calidad de esta actriz. Recordemos que le están debiendo ya algún que otro GLOBO de ORO, tras ser nominada cada año por cada temporada de la Serie OUTLANDER. Y lo mismo respecto de otros Premios, aunque ha recibido algunos. Señores y señoras “académicos”: ¿no visteis la actuación suya en la película BELFAST?… ¿Qué visteis… qué veis?… Nuestra Cait, a su estigma de belleza y de ex Top Model, agrega la carga de provenir de la TV, como actriz. Ha actuado en otras películas, sin ser la protagonista, y lo ha hecho siempre muy bien, pero ha “saltado” por y en la TV, y eso también es otro prejuicio y condicionante para los “académicos” de Hollywood: recordemos la tirria, manía, competitividad y tironeo, desconfianza, puja y pugna, no amor, que siente –desde siempre- la industria, negocio y sistema del cine de Hollywood con la TV. Más aún desde la aparición, éxito y globalización de las plataformas y el streaming. Basta recordar cuánto costó que premiaran a GRANDES de la pantalla chica con un Óscar: Helen Hunt, Allison Janey, por citar dos ejemplos. Pues bien: nuestra Cait merecía sobradamente la nominación al Óscar y, sin exagerar ni fanatizar, muy a su mano merecía el Premio. Su interpretación de la MA de BELFAST es superlativa, y llena de naturalidad. No vemos a Claire Fraser ni a Caitriona Balfe. Vemos, sentimos y vivimos a una madre irlandesa; a una mujer esposa, amiga, hija, nuera, hermana, cuñada, vecina… como cualquiera de nosotras. Y sufrimos, nos alegramos, pensamos, decidimos, luchamos, bailamos… con y por ella. Caitriona Balfe es tan excelente actriz siempre, que encarna a los personajes que interpreta, y desaparece en ellos. ES el personaje, no lo representa. Lo ES. Y en BELFAST vuelve a hacerlo.
Tú eres talentosísima y muy completa, amada CAIT. Y eres muy buena persona. Por eso te amamos y te apoyamos y te premiamos. Eres fuerte y muy valiosa: ¡sigue siéndolo! Y aunque estás más allá de mezquindades y estupideces humanas, ya te llegarán las coronas de los Premios. Se terminarán dando cuenta, y se rendirán, frente a tu talento, calidad y humanidad. ¡Bendita seas!…
Ya hablaré de las otras nominaciones y premios diversos en la publicación siguiente. ¡Seguid conmigo!…