SIEGFRIED KRACAUER: “PROPAGANDA TOTALITARIA”. “TEORÍA DEL CINE” (dos libros magnos suyos). (Primera parte).

En mi BLOG, no sólo publico sobre PELÍCULAS, SERIES y OUTLANDER. Si lo visitáis y os zambullís en él, constataréis que también analizo LIBROS y varios OTROS TEMAS. ¡Tenéis para elegir!

No me gusta lo que estoy viendo… en el mundo y en la Humanidad… en Política, Relaciones Internacionales, lobbies de todo tipo, ideologías… discurso único y unidireccional… mucha manipulación e imposición artesanalmente trabajadas… con un nuevo modo de censura, inquisición, persecución y “letras escarlatas” estampadas…

KRACAUER nos hace pensar, y cuestionarnos…

Había prometido, en una Publicación reciente, que también compartiría con vosotros sobre KRACAUER y, concretamente, sobre algunos de sus textos. Los dos libros que he elegido, los leí, analicé y estudié cuando cursé las “Licenciaturas de Cine” y la de “Filología” (Letras), y he querido volver a leerlos. Son lecturas obligatorias para todo estudiante, pero –humildemente creo que- también muy convenientes, y esenciales –diría yo-, para todo cinéfilo, amante del CINE, y para TODA PERSONA a la que le guste analizar y reflexionar, y le inquiete, la complejísima, preocupante y amenazante realidad que estamos sufriendo, en nuestro mundo y Humanidad, hace ya unos años. Estamos siendo invadidos, y bastante arrasados, por algunos personajes, discursos, ideologías, corrientes, posturas, actitudes y acciones, que no están aportando –realmente- a la Dignidad y realización plena de las personas y de las Sociedades, en lo que es su ESENCIA como tales. Junto con muchos otros, soy de las que sigo preocupada, y a veces: azorada, por lo que constato en las personas, familias, medios de comunicación, instituciones, Gobiernos y Estados, Leyes, Cultura… Y lo estoy (y muchos lo están), no porque sea “carca” o de VOX (que no lo soy) o retrógrada o tradicionalista o cerrada o rígida o intolerante o anti progreso… Lo estoy, porque “toco” cotidianamente, sus consecuencias, que no siempre están siendo para el bienestar, la felicidad, la paz, y la realización –plenas- de las personas. Me parece, honesta y humildemente lo digo, que no ver esto es ser un necio testarudo y ciego, y es auto engañarse, auto traicionarse, y hacerlo con los demás, de los cuales –muchos- son nuestra responsabilidad.

Os repito: no me gusta lo que estoy viendo… en el mundo y en la Humanidad… en Política, Relaciones Internacionales, lobbies de todo tipo, ideologías… discurso único y unidireccional… mucha manipulación e imposición artesanalmente trabajadas… con un nuevo modo de censura, inquisición, persecución y “letras escarlatas” estampadas…

KRACAUER nos hace pensar, y cuestionarnos…

En 1936, el “Instituto de Investigación Social”, dirigido entonces por Max Horkheimer, encargó a Siegfried Kracauer un estudio sobre la propaganda en los movimientos y regímenes totalitarios, para ser publicado en las páginas de su revista.

Lo redactó, entre 1937 y 1938, durante su exilio en París, puesto que su condición de judío e izquierdista comunista, le obligó a huir del nacionalsocialismo. Fue un texto mucho más extenso, que el acordado en principio. Por la situación personal suya, marcada por el nazismo y por la “Segunda Guerra Mundial”, su obra nunca llegó a ser publicada, en vida de su autor. Su gestación y su edición, fueron accidentadas y estuvieron cargadas de mezquinos ajustes de cuentas, que eran las secuelas de las turbulentas relaciones que, KRACAUER, mantuvo con los miembros más destacados de la “Teoría Crítica”, especialmente una muy conflictiva “amistad” con ADORNO. La verdad es que, Kracauer, no gozó nunca del aprecio de toda esta singular gente. Incluso fue presionado, para escribir lo que se le pedía, mediante el recurso de la financiación para hacerlo, lo cual –por su situación económica precaria y sin recursos, por ser un exiliado, y desamparado institucionalmente (por lo que ya sabemos)- lo llevó a ponerse manos a la obra y escribirlo. 

Cuando lo terminó, ADORNO publicó un dictamen, con toda clase de improperios y reproches que, realmente, se resumían en: “NO ES UNO DE LOS NUESTROS”. De esta manera, ahondaba la herida de KRACAUER de ser un expatriado forzoso, y un completo outsider. Además, ADORNO lo califica de diletante, de elaborar, en definitiva, un texto repleto de ocurrencias. Afirmando esto, no le importa la falta de fuentes a las que KRACAUER podía entonces acceder, por su exilio parisino; su falta total de cobertura académica alguna y, por supuesto, desprovisto de su biblioteca particular. Se decidió, así, no publicar la versión íntegra y original del artículo. ADORNO se encargó de resumirlo o, más bien, de reelaborarlo. La amputada versión suya, distaba tanto del original que, KRACAUER le escribió en una carta (con fecha de agosto de 1938): “No has editado realmente mi manuscrito, sino que lo has utilizado como base para un nuevo trabajo”. Su pensamiento quedaba, de tal manera, que él ya no se reconocía en el texto. Cuán frustrante debió ser, para él, ver sus textos revisados, censurados, “castrados” por ADORNO, que había sido alumno suyo. Lo que este último había hecho, era de tal magnitud y gravedad, que KRACAUER, con enorme disgusto, acabó retirando el artículo.

Lo cierto es que, lo escrito por KRACAUER, fue rechazado por su radicalismo marxista. Fue considerado carente de moderación, sobre todo por la proliferación de términos como FASCISMO o COMUNISMO, constantemente en sus páginas. Los dos “patrocinadores” del escrito: HORKHEIMER y ADORNO, lo veían radicalmente peligroso, dada la necesidad y pretensión que tenían de dar credibilidad y respetabilidad, al “Instituto de Investigación Social”, radicado forzosamente en Nueva York.

KRACAUER tuvo una sólida formación técnica: estudió Arquitectura; alcanzó el Grado de Doctor como Ingeniero y trabajó como Arquitecto hasta 1920. Pero su pasión intelectual era, la Filosofía, junto con la naciente Sociología. Desde 1921 se dedicó, fundamentalmente, al Periodismo y, desde 1930 a 1933, dirigió la Redacción del “Suplemento cultural (feuilleton)”, del “Frankfurter Zeitung”, un diario demócrata y liberal, pero no adscrito a partido alguno.

Esto no le evitó la inquina de HITLER, quien lo puso en el “punto de mira”: a ningún otro Periódico le dedicó más espacio e insultos, en su libro “Mein Kampf” (“Mi lucha”). Para el líder nazi, dicho diario era la más conspicua expresión de la “Judenpresse” (“Prensa judía”). Los miles de artículos que KRACAUER publicó en sus páginas, nos lo regalan como una de las figuras más brillantes del Periodismo durante la “República de Weimar”. Esta carrera, de talento, calidad, prestigio, nivel y autoridad, se hizo pedazos por el ascenso al poder de los nazis, que lo llevó al exilio obligado, por su doble condición de judío e intelectual izquierdista.

Volviendo a los textos que me ocupan en esta Publicación, he expuesto lo que habéis leído, a propósito. Porque todo ello es esencial, para leer y comprehender, estos dos libros que os he citado. Sin ese contexto, es muy difícil acceder al discurso y narrativa de la “TEORÍA LITERARIA” y la “TEORÍA DEL CINE” de KRACAUER.

Precisamente, dado todo ello, es casi imposible “encuadrar” y determinar todo el DISCURSO de KRACAUER, por su enorme variedad de intereses, temas, técnica, método y estilo: desde la Novela al Ensayo, la Crítica Literaria, los Reportajes Periodísticos, la Teoría del Cine, y un sinnúmero de Publicaciones suyas centradas en la vida cotidiana, con detalles milimétricos e inadvertidos generalmente.

Recién fue, en el año 2012, cuando su texto: “PROPAGANDA TOTALITARIA”, original y tal cual como él lo escribió, salió definitivamente a la luz. Fue publicado, en el último volumen del conjunto de sus escritos, por la Editorial germana “Suhrkamp”, gracias al trabajo laborioso, minucioso y constante a cargo de: CHRISTIAN FLECK y BERND STIEGLER. Todos sus textos inéditos, y que él no vio publicados, llegaron a nosotros.

El título del libro, ya nos dice todo. Y si lo ubicamos, en todo ese contexto que os he resumido, entendemos bien porqué ese nombre.

Se detiene, preferentemente, en el TOTALITARISMO alemán (lo sufrió en carne propia) de la época y Régimen nazi; pero también se ocupa de la DICTADURA FASCISTA, particularmente, italiana, con BENITO MUSSOLINI. Lógicamente, se fija detenidamente en HITLER y en GOEBBELS. Este libro es fruto de una experiencia personal, es algo más bien testimonial, y no tanto un texto académico (en sentido riguroso) ni un típico Ensayo. Pero hace una indagación original, inteligente, astuta, muy abarcadora, muy acertada y muy profunda, de todo lo que implicó el NAZISMO y el FASCISMO, como radical ruptura histórica, que atacó y destrozó la esencia de Alemania. El NACIONALSOCIALISMO, en su gestación y proceso, es desmenuzado puntillosamente por él en este libro.

“PROPAGANDA TOTALITARIA” se erige como un documento –sólido, real, objetivo y fiable- que sirve para mejor entender el fenómeno totalitario en el periodo de entreguerras, en particular el nacionalsocialismo, pero también para

IDENTIFICAR LOS HILOS CONDUCTORES de la PRÁCTICA COMUNICATIVA de los POPULISMOS NACIONALES de NUESTROS DÍAS.

KRACAUER no era un izquierdista radical, su comunismo marxista tenía también un cierto aire liberal. No era un fundamentalista comunista. Esto es tan así que, criticó siempre feroz y mordazmente, al ESTALINISMO y al consiguiente TOTALITARISMO TERRORISTA del RÉGIMEN SOVIÉTICO.

Ello le permitió, al redactar este texto, gozar de una cierta imparcialidad, apertura, globalidad y objetividad realistas, a la hora de analizar la DICTADURA de la PROPAGANDA. Considera cómo, estos Regímenes, no son fruto de la improvisación ni de la casualidad, sino de la causalidad, de toda una estrategia muy bien planeada, y fruto también de la cooperación –explícita e implícita- de muchas personas, sectores e intereses. Esto último, en el caso del nazismo en Alemania, se dio por el crucial papel desempeñado por las clases medias en el ascenso de Hitler y los suyos al Poder. Con este apoyo y aval, fuertemente económico, se fue gestando, organizando, estructurando e imponiendo, el nazismo. Realmente, este libro nos revela a un KRACAUER haciendo un análisis propio de la “Sociología Política”. En su discurso y narrativa, él nos advierte –al respecto de la PROPAGANDA POLÍTICA- lo siguiente:

“No entenderemos lo que realmente ocurre en la historia si nos tomamos, al pie de la letra, los eslóganes políticos y las convicciones exhibidas”.

Frente a eso, es esencial DESENMASCARAR y SOSPECHAR:

para descubrir QUIÉN y QUÉ se oculta, real y esencialmente, DETRÁS de la PUBLICIDAD y el MARKETING ELECTORAL, con sus LENGUAJES propios de la COMUNICACIÓN POLÍTICA. Si no hacemos esto, tendremos siempre –de vuelta, una y otra vez- las DICTADURAS y los REGÍMENES que las caracterizan.

La PROPAGANDA TOTALITARIA es un perfecto ENTRAMADO, ENTRETEJIDO, que tiene, en el fondo, siempre una vena ECONÓMICA (“Poderoso caballero es don dinero”), que busca seguir manteniendo estable y fuerte, una economía siempre sujeta a crisis. Haciendo esto, la PROPAGANDA sólo apunta a atraer, envolver, engatusar, enamorar, entusiasmar, reintegrar y dominar a las MASAS. Así, la economía se garantiza el PODER. En base a su experiencia, KRACAUER nos recuerda que el FASCISMO NACIONALSOCIALISTA, se caracterizó por dos potentes instrumentos, desplegados absolutamente: el TERROR constante, desde el mismo inicio del ascenso al Poder, y la PROPAGANDA como ejercicio continuado, reforzado tras la toma del Poder, convirtiéndose en PROPAGANDA TOTALITARIA.

En palabras sencillas, el éxito de la PROPAGANDA está en el: “machaca y machaca y machaca, la cabeza y el cuerpo, que triunfarás”. Y si tienes que fundamentarte en la MENTIRA CONSTANTE, no importa: “una mentira repetida infinitamente, se termina convirtiendo en verdad”.

Por eso, queridos lectores, os he exhortado –en mis Publicaciones- muchas veces que:

¡hay que “ESPABILAR”!

Los “puntos” y “puntadas” que va dando la PROPAGANDA son sistemáticos, muy bien planificados, constantes, compactos y sin brechas, constituyendo las tan peligrosas y dañinas MANIPULACIÓN e INTOLERANCIA. Ellas van permitiendo, in crescendo, el PENSAMIENTO y DISCURSO ÚNICOS, y la SOCIEDAD UNIDIMENSIONAL, UNIDIRECCIONAL. Esto, fue en el nazismo alemán, pero… sacad vuestras conclusiones, contemplando lo que pasa hoy en el mundo y la Humanidad… ¿Os dais cuenta de todo ello…, de todo lo que ESTÁ PASANDO?…

Pero, en su análisis, KRACAUER también nos deja MUY claro, que -este proceso y sedimentación- se caracteriza por ser MUY ATRACTIVO, y una vez impuesto: no sólo infecta y destroza a la PERSONA como individuo, sino a TODO: PARTIDOS POLÍTICOS DEMOCRÁTICOS, SOCIEDAD TODA, JUSTICIA… y TODAS LAS INSTITUCIONES. NADA NI NADIE QUEDAN LIBRADOS DE CAER EN ELLO. Nos lo dice con contundencia:

“Dichos Regímenes supieron explotar los recursos que detentaban para «fascinar estéticamente». Este empeño por estetizar la Política, pasaba por «anestesiar a las masas» en medio de la representación escénica y de espectáculo (visual y sonoro), y convertirlas en ornamento y objeto de culto, un singular culto que se escenificaba en el espacio público adoptando un carácter ritual, ceremonial incluso: concentraciones de masas, desfiles con antorchas, cánticos, actos, manifestaciones, fiestas, celebraciones, etc. Para su exaltación no se escamoteaban ninguno de los medios que aportaban las últimas tecnologías: el “Ministerio para la Ilustración Popular y la Propaganda”, dirigido por Goebbels, quien explotaba los haces luminosos, los aviones y, muy particularmente, la radio (ese «altavoz de los dirigentes para modelar la gran masa»), y por supuesto, el Cine.”

¡Vaya entretejido y bordado ideológico!

En su análisis, KRACAUER nos ofrece algo más que una explicación de la Propaganda como Sistema y como instrumento, pues eso ya lo sabemos –sobradamente- y está constatado histórica y actualmente. Lo interesante de su postura y exposición, es que va más allá, y nos desnuda lo más esencial y medular de la PROPAGANDA en sí, en sus objetivos y en sus consecuencias. Me refiero a que ella:

“altera la “estructura psico-física del Hombre” y solamente busca una revolución antropológica, un nuevo tipo de Hombre –en su ser, pensar, sentir, elegir, vivir-, que altere la percepción que la persona tiene de la realidad, objetiva, tal cual es, hasta lograr que ella renuncie a su autonomía en pro de su sometimiento de grado a la condición de eslabón de la “comunidad nacional”.

Pues es en esto en lo que yo, humildemente veo y creo, que KRACAUER más nos aporta, como nuevo y sustancioso, en todo el tema de la PROPAGANDA TOTALITARIA (de ayer y de hoy), y que tiene una actualidad urgente y demandante: ¡estamos viviendo y sufriendo todo esto… y parece que muchos no se dan cuenta, no se enteran, o no quieren hacerlo!… Lo triste y trágico es que: “el final de esta película, ya lo conocemos”, sobradamente.

Desde las formaciones totalitarias, la PROPAGANDA siempre fue, y es, concebida como el medio idóneo para superar las trabas que se interponen en el camino al Poder:

““Quien quiere el Poder debe ganarse a las masas” y, para ello, no basta sólo con la pura violencia, sino que es preciso movilizar una “capacidad de influencia anímica”.  La propaganda totalitaria —que no es sino el arte de pulsar las fibras emocionales del público— conoce los distintos mecanismos psicológicos y explota la disposición de la gran masa a dejarse influir, a ser objeto de sugestión. En ningún caso se busca el debate, sino la adhesión entusiasta. De ahí que “el objetivo de Hitler no es alejar a las masas de una opinión errónea y guiarlas hacia una adecuada, sino que para él se trata tan sólo de cautivar anímicamente a las masas”. Esto es algo que, el líder nazi tenía muy claro en su camino de acceso al Poder y que no se cansaba de repetir, con insuperable claridad: “¡Propaganda, propaganda, ahora depende todo de la propaganda!” “La propaganda es un arte”, destacaba Goebbels, pero también un truco.”

Nos queda absolutamente claro qué, cuáles y cómo eran los objetivos perseguidos por los nazis, sin ningún reparo, prejuicio ni vergüenza.

Queridos lectores: cualquier similitud con nuestra realidad actual… es mera coincidencia… ¿Lo es?…

Lógicamente, se nos plantea el tema de la VERDAD, que siempre fue conflictivo y de disgusto para los nazis, y para cualquier clase de totalitarismo. La VERDAD, concebida por el fascismo, no es importante, ni esencial ni necesaria. Ya lo reconocía el mismo HITLER en su libro: “Mein Kampf” (“Mi lucha”):

“No compete a la propaganda, por ejemplo, contrastar los distintos argumentos, sino subrayar exclusivamente el propio. No tiene que buscar de forma objetiva la verdad”.

Lo que está en juego, según esto, es CONQUISTAR LOS CORAZONES DE LA GENTE, NO ESTIMULAR EL INTELECTO. La audiencia de un mitin no espera ni quiere oír la verdad sobre un rival, y cuanto más se la manipule y tergiverse, más entusiasmada le escuchará o lo leerá. El resultado es un círculo vicioso, oscuro y enredado, cuya VÍCTIMA PRIMERA ES LA VERDAD. Para ello, la Propaganda ha de ser eficaz, clara, simple, potente, puntual; debe “golpear” y “llegar”,

y esto sólo se logra, según Hitler, si se limita “a muy pocos puntos y a explotar éstos como eslóganes, hasta que incluso el último sea capaz de entender lo deseado en esa frase”.

Afirma que “hasta el último”, es decir, hasta el más “lerdo” (tonto), como siempre precisaba Goebbels. La garantía para lograr esta eficiencia absoluta de la PROPAGANDA, es la concisión e insistencia en pocos puntos, pero claros y fácilmente inteligibles. Todo en pro del mismo y único objetivo: “O bien consigue la movilización de las masas, o no consigue nada”.

¡Vaya LAVADO DE CEREBRO y DESPOJO y DESTROZO de la PERSONA! ¡EL SER HUMANO ES, ASÍ, “ABDUCIDO”!

Mis queridos lectores: en tiempos de “fake news”, de tanta demagogia y populismo,de “post verdad”, de manipulación ideológica de toda clase, desoluciones y discursos facilones, lo que KRACAUER nos ofrece en su libro, nos aporta mucho y sólido criterio, para guiarnos en toda la maraña y entretejido montados en torno nuestro, de tanta feroz manipulación informativa. Lo que él nos expone tan magistralmente, no corresponde ya sólo al pasado, sino que –triste y trágicamente- constatamos que las claves de la PROPAGANDA, poco o nada, han variado. En las páginas de este libro, descubro –una vez más- la profundidad analítica del filósofo y del sociólogo de la que KRACAUER hacía gala y se reconocía a sí mismo.

A continuación, si me seguís teniendo paciencia, y mucha Virtud, os invito a leer la Segunda parte, y final, de esta Publicación mía sobre SIEGFRIED KRACAUER. Muchas gracias.

Nos encontramos. Os espero, queridos lectores.

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