PELÍCULA: “EL INSULTO”. (2017).

¡Excelente película del LÍBANO!

He vuelto a contemplar este GRAN film, hace pocos días. Es del año 2017 y, entre sus muchos méritos, logros y valoraciones –en la crítica, el público, Nominaciones, galardones y Premios varios-, estuvo Nominada también como “MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA”, en los ÓSCARS del año 2018.

Su procedencia es del LÍBANO, la otrora llamada “PARÍS DE ORIENTE”, esa “PERLA ORIENTAL”, que la sangrante GUERRA CIVIL destrozó material e interiormente, en las propias entrañas de su ser e identidad nacionales. Muy bien sabemos nosotros, los españoles, lo que es y el “reguero” que deja –como un sello indeleble, a perpetuidad-, este horror de una GUERRA CIVIL: la guerra entre compatriotas, entre los hijos-hermanos de una misma Patria.

Si bien la GUERRA CIVIL acontece en un momento de la Historia, siempre se arraiga en causas ¡de mucho tiempo!, sin haber sido curadas y resueltas. Por eso, sus consecuencias, si no hay una voluntad y esfuerzo conjunto y mutuo, para la SANACIÓN, sus efectos siguen latentes y, generalmente, van in crescendo…

¿Cómo ocurre esto, y cómo nos lo representa-recuerda esta película?… Pues bien, a través de un INSULTO. Así es, queridos lectores míos, la “gota que colma el vaso”; la “chispa”; el “detalle nimiamente grande y grave”, que hacen estallar la tensión de un conflicto latente –del que los protagonistas del film, son sus causantes y víctimas-, es un INSULTO. Ambos se insultaron. ¡Es que la vida, tenemos que convencernos, se entreteje –para lo bueno y para lo malo-, de DETALLES!, en este caso: un INSULTO. A partir de él, se desencadena todo, y se acrecienta, complejiza, socializa y agrava todo. De un hecho puntual, entre dos personas, estalla ese “tumor” latente y “dormido”, de la tensión y división, aún presentes en la sociedad libanesa (aunque, perfectamente aplicable ello a nuestra propia realidad y sociedad, y al resto del mundo, en estos tiempos presentes).

Las Guerras no se inician de un día para otro. No salen de una chistera ni por casualidad ni porque se “meta la pata” una vez… Brotan y se desencadenan, porque palpitan en el ODIO, en el RENCOR, en ese RESENTIMIENTO ÁCIDO y DESTRUCTIVO, que arrasa con el olvido compasivo y con el PERDÓN. En este film: el ODIO RACIAL-RELIGIOSO-POLÍTICO, que sigue enfrentando a PALESTINOS (ÁRABES-MUSULMANES), JUDÍOS y CRISTIANOS.

¿Os suenan estas “cositas”?… ¿Os “suenan” señor Siglo XXI?… ¡Cuánto y cómo pierde el Hombre la memoria! ¡Ay la Humanidad! Ese eterno problema del “diferente”; del que no es de “mi palo”; del “de fuera” (extranjero, extraño, foráneo, inmigrante…, o simplemente: distinto a mí en su cosmovisión, sus valores, su manera de ser, pensar, sentir, actuar…, vivir). Ese eterno dilema de Caín y Abel; ese conflicto de egoísmo vs. acogida e integración… Esa soberbia, orgullo, cerrazón, intransigencia, testarudez y machismo también, que conllevan el no dialogar, el no ceder, el no conciliar, el no negociar… algo MÍO o de LOS MÍOS, para un BIEN MAYOR y DE TODOS.

El empecinamiento, la radicalización en MI YO y LO MÍO, llega a alcanzar cotas de gravedad, intensidad y perjuicios ¡infinitos! y que ¡arrasan con todos los demás, y todo lo demás! ¡La “obtusidad” humana, realmente es anonadadora, queridos lectores! ¡Qué estupidez hay en el Hombre, muchas veces, y más todavía: en determinados Hombres! ¡Supongo que me entendéis!

Pues bien, de todo esto nos habla esta ¡EXCELENTE película! Gracias a un GUIÓN trabajado, en conjunto, del prestigioso libanés: ¡ZIAD DOUEIRI!, quien es también el DIRECTOR. La creación-construcción de cada uno de los PERSONAJES, con sus procesos también, es realista y con mucha carga de humanidad. Los dos protagonistas principales, no son modélicos, no son ángeles, pero tampoco son demonios. Realmente, representan al ciudadano –común y corriente-, de ese sufrido y muy complejo LÍBANO; herederos de una cultura, historia y realidad concretas actuales: heridas por las consecuencias de la GUERRA CIVIL, y por un mundo cada vez más cambiante, inseguro y problemático. ¡A punto de “reventar”, hasta por cualquier nimia cosa! Son causantes de todo el entramado peligroso y dificultoso, del relato de este film. Pero, también son sus víctimas, y con mucho de infortunio e involuntariedad.  

Además del MAGISTRAL GUIÓN y DIRECCIÓN de ZIAD DOUEIRI, es muy loable el trabajo suyo en la DIRECCIÓN DE ACTORES. ¡Saca todas las “vísceras”, las “entrañas”, de sus dos ACTORES PRINCIPALES: ADEL KARAM (que encarna a: Tony Hanna) y KAMEL EL BASHA (que interpreta a: Yasser Abdallah Salameh)! Ambos están acompañados, por los ACTORES/TRICES SECUNDARIOS, entre los que se destacan nombres acreditados como el de: CAMILLE SALAMEH (quien encarna a uno de los Abogados), y también eficientes actuaciones de: DIAMAND BOU ABBOUD (interpretando la otra Abogada, oponente al anterior, y además: hija suya); RITA HAYEK (esposa del personaje Tony Hanna) y CHRISTINE CHOUEIRI (esposa del personaje Yasser Abdallah Salameh). Todos ellos son el sólido y convincente bloque interpretativo, de cada uno de estos personajes esenciales, y que sostienen el fluido, férreo y eficaz RITMO e INTENSIDAD DRAMÁTICA.

Esta película consta, además, de una profesional e impecable FACTURA TÉCNICA, reuniendo-compaginando e integrando, todos los recursos TÉCNICOS y del LENGUAJE AUDIOVISUAL CINEMATOGRÁFICO. Su DISEÑO de PRODUCCIÓN, que incluye también escenarios y secuencias exteriores, es de alabar; su DISEÑO-PRODUCCIÓN y DIRECCIÓN ARTÍSTICAS, gozan de esa estética y belleza, propias de ese maravilloso y atrapante cosmos del Oriente Medio.

Queridos lectores y amigos: un incidente nimio, trivial y abrupto: un INSULTO, inicia un enorme conflicto; se desencadena una oleada y escalada –in crescendo-, de tensión mediática, judicial, política ¡e internacional! Quizás, el camino más corto y más fácil, hubiese sido –simple y humildemente-, PEDIR PERDÓN, RECONOCER EL ERROR y EL DAÑO, MUTUO. Esa disculpa imposible, por lo que vimos, encendió una hoguera más ardiente y dañina que el mismo INSULTO.

Es una película dramática, y MUY intensa, con parcelas de drama judicial. Ella nos hace “rumiar” mucho, en nuestra cabeza, conciencia, alma y corazón, sobre cómo y cuánto el ODIO –del pasado, “enterrado viviente”-, logra infectar, intoxicar, enfermar y destruir-matar, los tiempos modernos… Queridos lectores y amigos: ¡hay que ESPABILAR, y tener MUCHO cuidado con estas cosas!…

Que disfrutéis de magníficas interpretaciones, inmersas en una GRAN historia, Guión, Dirección y factura total.

Hasta la próxima, amigos.

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