Desde MONGOLIA, esta ¡joya cinematográfica!
Cierta vez, CAÍTRIONA BALFE manifestó que, hay un país que desea ardientemente conocer, por infinitas razones; que le atrae por encima de cualquier otro rincón del mundo: ¡MONGOLIA! Te digo, amada CAÍT: ¡qué acertada estás; qué intuición tienes, y qué sensibilidad exquisita siempre desbordas, hasta para esto! Pues bien, mis queridos lectores y amigos, hoy os comparto una ¡maravilla de CINE, venido desde el alma mongolesa!
La he contemplado ya, dos veces, pero me apetece repetir la experiencia, porque ¡bien lo vale! Estamos ante un CINE de mucho calibre y kilates, en todos sus aspectos. ¡De mucha altura! ¡Y muy desconocido, para tantos!
Esta película es, realmente, del año 2017, en que fue presentada en el “FESTIVAL DE VENEZIA”, pero HBO la ha hecho circular, desde 2020. Es una CoProducción entre Mongolia y Alemania. ¡Los alemanes, siempre apostando por ese CINE CON MAYÚSCULAS!
La creadora del GUIÓN, y también DIRECTORA, es la mongolesa: BYAMBASUREN DAVAA. Una mujer que, abrazando su MONGOLIA natal, nos viene regalando magníficos films, como: “La historia del camello que llora” (2003); “El perro mongol” (2005); “Los dos caballos de Genghis Khan” (2009). Las he contemplado a todas, y he seguido experimentando siempre lo mismo: ¡asombro admirativo!, por su narrativa y por su lenguaje y técnica cinematográficas. Esta mujer es TODA una ¡CINEASTA! Estamos ante alguien que sabe muy bien, qué hacer y cómo hacerlo, para llevar sus creaciones a la intimidad de la pantalla y del espectador. ¡Sin “manosearnos” afectivamente!
DAVAA se formó en su Patria, pero también en Alemania, donde tiene afincada su residencia. Sin embargo, nunca olvida de dónde viene ni quién es; jamás deja de hablarnos de esa YURTA (= casa, hogar de y para los mongoles), que es su amada, bella, enigmática y sufrida MONGOLIA.
DAVAA goza de amplia y sólida Formación intelectual y cultural, incluso con estudios de Derecho. Fruto de su Formación Cinematográfica, fue desplegándose en la realización de ¡muy buenos DOCUMENTALES!, y realmente –en esta película-, se nota mucho su formación y experiencia en este campo audiovisual y narrativo. Paso a paso, fue creciendo y madurando –con proyectos fílmicos más personales, y de mucha calidad-, logrando –progresivamente-, respeto, valoración y nuevas oportunidades en el campo cinematográfico. Los films de ficción no tardaron, así, en llamar a su puerta y ser creados por ella. Actualmente, goza de prestigio, es muy bien mirada y valorada, y sus películas realmente ¡”llegan”! a los espectadores. Me aventuro a decir que: no olvidemos su nombre; hay que seguir teniéndola en cuenta. ¡Más aún ante el “cine” que llega, masiva y comercialmente, a las salas!
Esta película es un drama, familiar y social. Es una historia que nos hace, como de “retrato” de MONGOLIA, de su dolor histórico, encarnado en cada habitante, y en cada familia. Esa MONGOLIA de la estepa; de lo rural; de cierta modernidad que se va filtrando –aunque sin impregnar lo esencial de la estirpe-; del capitalismo explotador y de expoliación de los recursos naturales, como el oro; de las presiones de esas Empresas multinacionales, muchas de ellas: mineras, que “aprietan” a la población autóctona, para ECHARLOS, y así ADUEÑARSE de su tierra, indemnizándolos con verdaderas migajas… Esa MONGOLIA a la que, también, llegan “fiebres” como la de los “GOT TALENT”, especialmente orientados a los NIÑOS, los cuales –por su afición a YOUTUBE-, alimentan sueños, ilusiones y proyecciones infantiles. ¿Que se cumplen…, se cumplirán?… Quizás sí o no. En una realidad existencial –geográfica, natural, personal, familiar y social-, TAN ardua y exigente, con posibilidades –muchas veces-, limitadas… ¡no es fácil soñar y mantener el “tipo”! Pero, ya sabemos: “la vida es sueño”…, y soñar no cuesta nada: ¡menos para los NIÑOS!
Esta película, en muchos momentos: ENTRAÑABLE, nos sumerge en eso del AMOR a la TIERRA, AMOR a la PATRIA, porque ellas son “matria” que nos regala: IDENTIDAD, MATERNIDAD, FILIACIÓN, RAÍZ, PERTENENCIA, CONTINENTE… Ellas son sentidas y vividas con ese tono mítico, de veneración y religiosidad. Una RELIGIOSIDAD y MÍTICA “pegadas” a la “tierra”, brotando de ella, y alimentándose de y en ella.
Por eso: ¡se resiste! ¡cuesta ponerse de rodillas ante el invasor, que busca quebrar a sus autóctonos, y robarles su esencialidad! Junto a ello, el amor y cultivo de la TRADICIÓN y de la CULTURA, ya que ellas son el TESORO HEREDADO y A LEGAR; son el PATRIMONIO personal, familiar y comunitario, de generación en generación.
Pero todavía hay más, en este ¡maravilloso film!: el valor, significado y vivencia –no sólo de la FAMILIA-, sino del VECINDARIO, la PARENTELA y la COMUNIDAD. ¡Cuánto hay que aprender de estos pueblos, queridos lectores y amigos! ¡No debemos ni podemos seguir perdiendo estos VALORES y VIVENCIAS! ¡NOS SUICIDAMOS!
Por eso, en la película, contemplamos-respiramos y palpitamos, el ¡AMOR HECHO COTIDIANIDAD!, ¡HECHO DETALLES!, ¡VIVIDO EN ESE DÍA A DÍA! El ¡AMOR SIN ESTRIDENCIAS NI GRANDILOCUENCIAS NI “ROMANTICISMOS” PLATÓNICOS, SINO “ENTRETEJIDO” EN EL VIVIR COTIDIANO! ¡AMOR DE “PUNTADAS” AMOROSAS, EN CADA MILÍMETRO DEL COSTOSO y COMPLEJO EXISTIR CON y PARA LOS DEMÁS, EMPEZANDO POR LOS MÁS CERCANOS!
¡LA VIDA COTIDIANA, queridos lectores y amigos!
Esta FAMILIA y esta COMUNIDAD no son los Ingalls, ni existen en la “Casa de la Pradera”. ¡Son seres humanos como nosotros, exactamente iguales en nuestra esencia de PERSONAS! No hay una idealización ni prototipos, en la CREACIÓN-CONSTRUCCIÓN de los PERSONAJES, que ¡brillantemente! ha hecho DAVAA en su GUIÓN. Incluso, enriquece el REALISMO en la creación de ellos, cuando muere el padre. Sobreviene un tembladeral, en la familia y en la comunidad. Contemplamos, y sentimos, el desgarro, impotencia, dificultades y despojo de la VIUDEZ, sobre todo en medio de toda esa realidad en la que están insertos. Contemplamos, y sentimos la ORFANDAD, y ese TENER que HACERTE HOMBRE, el CABEZA de FAMILIA, el HOMBRE de la CASA… El MUY duro proceso y camino que, quizás, hasta puede llegar a robar y matar los sueños e ilusiones. Ese NIÑO-HOMBRE y esa MADRE-MUJER, se mueven en lo incierto y duro de su presente y de su futuro. Pero: SIEMPRE la FAMILIA y la COMUNIDAD ¡ESTÁN! Ese NIÑO-HOMBRE, de golpe y a la fuerza, a pesar de todo RESISTE, y recoge el legado de su PADRE. No se deja doblegar, y hace ¡hasta lo imposible! por ayudar a su madre, y encontrar una salida al futuro. DAVAA destaca algo, que me pareció capital resaltarlo: ¡los NIÑOS y su conciencia y valor del llamado “TERRUÑO”! Todo ello mostrado como huella, sello, legado, valor y significado en y fruto de la figura del ¡PADRE! De ahí que, me atrevería a decir, que esta película es también todo un homenaje-tributo-exaltación de lo que es, para los seres humanos, la persona del ¡PADRE! ¡Nuestro PAPÁ, queridos lectores y amigos!
Toda esta riqueza, de este film, que os estoy compartiendo, es gracias al INMENSO TALENTO, NIVEL y CALIDAD de DAVAA. Esta JOYA de película, es bella y dramáticamente conmovedora. ¡Emociona, “toca” el alma, y sin sensiblería ni golpes bajos! El relato goza de RITMO y DINAMISMO NARRATIVOS, gracias al magistral GUIÓN creado por la DIRECTORA, y merced también a la sintaxis del MONTAJE. Nos maravillamos, además, por la FOTOGRAFÍA y el MANEJO de la CÁMARA: encuadres, planos, panorámicas, movimientos, ángulos…, en los que –a veces-, estamos como contemplando una PINTURA; el encuadre transformado en CUADRO. Para citar, como ejemplos: esos paisajes, la naturaleza, y la vida y cotidianidad de esa MONGOLIA de “adentro”. La MÚSICA y el CANTO, de una belleza y significación semántica ¡de mucho peso!, como puede verse en ese CANTO FINAL del NIÑO, que es entremezclado entre lo celebrativo del “Got Talent” = el sueño realizado, con las imágenes paralelas del expolio y destrucción de la tierra mongolesa, destrozada por la minería de las Empresas. Ese ¡bellísimo CANTO suena como un eco de un dulce lamento!… ¡el sueño destrozado!…
Finalmente, haré una apreciación al CASTING, ACTUACIONES y DIRECCIÓN de ACTORES: ¡MAGNA CUM LAUDE! Queridos actores/trices de MONGOLIA: ¡nada que envidiar tenéis a los demás!, quizás pueda llegar a ser al revés.
TODOS están ¡soberbios!, incluidos los SECUNDARIOS. Por supuesto, corona y palma de laureles, para ese NIÑO ACTOR: ¡BAT-IREEDUI BATMUNKH!, encarnando a “Amra”. Al igual que: ENEREL TUMEN, interpretando a la madre: “Zaya”; YALALT NAMSRAI, el padre: Erdene; la encantadora y tierna ALGIRCHAMIN BAATARSUREN, la pequeña niña y hermana: “Altaa”. Ellos son los protagonistas principales, pero todo el elenco es de aplaudir.
TODAS las actuaciones destacan por su naturalidad, y por ser convincentes. No actúan ni interpretan: SON sus personajes. Y esto, no siempre se logra. ¿Verdad? ¡Ejemplos nos sobran! Estos actores/trices se CREYERON EL PERSONAJE, y lo ENCARNARON como fluye la corriente de agua. ¡Están maravillosos! Terminamos amándolos.
DAVAA nos ha regalado una asombrosa película más suya. ¡Le estamos tan agradecidos! Con vosotros he querido compartirla. No os la perdáis. Sé bien por qué os lo digo.
Hasta la próxima, amigos.