Mis queridos lectores:
¡Estoy de vuelta!
Pero NO hablaré del Mijalkov “putinista”. No me interesa. Que lo juzgue la Historia, su pueblo y Dios.
Recordaré al GENIAL Mijalkov ARTISTA y CINEASTA.
Hubo, hay y habrá INFINITO talento, calidad, legado y belleza en este ruso, que no vale la pena enturbiar, empantanar y embarrar con la miseria y lo diabólico del putinismo. Aprendamos a separar y objetivar.
¡De pie entonces: en marcha hacia las entrañas del CINE de MIJALKOV!
Por supuesto, siempre: ¡con aplausos!
He visto todas las películas de este portento del Cine ruso y mundial. Las tengo en mi amada filmoteca personal. Las acostumbro contemplar, sobre todo cuando me entra algo de pánico y dolor por algunas producciones que proliferan en las pantallas de cine y en la tv. Para aplacar esa angustia cinematográfica, suelo volver a alimentarme de los CLÁSICOS, de esas MASTER PIECES. Me hacen de consuelo y bálsamo, y me sostienen la esperanza, y nutren mi amor al CINE y a la contemplación ARTÍSTICA.
Además, frente a esta tragedia de la guerra infernal y diabólica de Putin contra Ucrania, he necesitado y sigo necesitando, volver a ciertos matices y “resortes” de Rusia y los rusos, que me sigan recordando su humanidad, su Historia, su propia tragedia, sus raíces, su Cultura, su Arte, su maravillosa y rica y universal Literatura, su Cine, su Teatro, su Música, su Danza, su Canto… Ir recordando y recuperando que no son ángeles ni demonios, ni todos son “gemelos” de Putin… Que fueron y siguen siendo, a lo largo de su martirizada Historia, muchas veces, víctimas engañadas, usadas, “idiotas útiles”… Que siguen siendo tan humanos como nosotros… Que son nuestros hermanos, seamos creyentes o no. Son nuestros hermanos. Personas iguales como nosotros… Y fueron, son y serán GRANDES ¡ARTISTAS!
Por eso, esta vez, elegí para compartir con vosotros, esta película que, como pocas, presenta de una forma tan magistral las PURGAS STALINISTAS. Realmente, sólo Mijalkov podía hacer un film de este tenor, y planteándolo de esta manera: a su estilo y con su estética. El film es una OBRA MAESTRA que retrata, con una narrativa propia de una genialidad tradicional de narrador ruso, del mismo Mijalkov; acompañada de la crudeza y naturalidad de la realidad histórica de personas concretas; con un despliegue magistral –a modo de CÁTEDRA DE CINE-, de lo que es la maravilla de contar algo y hacerlo visualmente, con todos los recursos del Lenguaje cinematográfico; y hacerlo cargado todo de BELLEZA.
Esta película es un exponente preclaro de la maravilla del Cine ruso, pero también de la Cultura, el Arte, la vida y la cotidianidad rusos: porque respira y desborda LO RUSO por todos sus poros. Su vitalismo, su fuerza, su potencia, su pasión, su lirismo, su nostalgia y melancolía, su retorcimiento, su ocultamiento y eclosión, su misterio y epifanía, su pereza vaga y su sacrificio, su desfachatez, picardía, humor y tristezas; lo circense y la mascarada, con sus falsedades y burlas, y trucos, engaños, juegos, trampas y tramoyas: físicas y morales; sus añoranzas, su delicadeza y brutalidad…: todas esas “puntadas” ¡TAN rusas!
Y es tan rusa la película, que en cada fotograma –desde el principio- percibimos, sentimos, “tocamos” (como en otros de sus films), al amado ¡ANTÓN CHÉJOV! El ser o identidad rusas laten en la Obra de este Gigante de las Letras. El espíritu chéjoviano, con su nostalgia y melancolía, en ese fondo de pintura crítica político-social, que impregnan cada uno de sus escritos, también embeben e impregnan a Mijalkov en sus películas, y en ésta particularmente. La Rusia de aquella época vive en cada una de esas páginas, y en cada uno de estos fotogramas. No debemos olvidar que Mijalkov fue y es un hombre de TEATRO, no sólo de Cine. Fue y es, primariamente, ACTOR y DIRECTOR de TEATRO, y FORMADOR de gente de Teatro. Ama el Teatro. Y esta condición suya la constatamos, no sólo en esto de Chéjov y en su siempre “amarre” a la Literatura rusa, sino en que fue y es un excelente DIRECTOR de ACTORES, como claramente podemos constatar en este film. Son cosas éstas que no debemos olvidar nunca, menos aún en Mijalkov, y menos aún en una película como “QUEMADO POR EL SOL”.
El SOL ARDIENTE…
Todo lo penetra… todo lo quema… todo lo ilumina…, aún lo escondido, lo secreto, y lo que se quiere tapar… todo lo fulmina…
Da vida… alegría… y también muerte, y dolor…
Poco sol hay en Rusia, pero los meses que lo hay, es gozado en un venerado disfrute, lleno de vitalidad, placeres, libertad, belleza natural desbordante, y una desconexión y despreocupación casi existencial de la carga del cotidiano vivir y del peso existencial. Los rusos, como todos los de climas muy crudos, recios y exigentes, no se miden en el “carpe diem” cuando pueden, y el derroche desbordante del gozo de vivir marca sus horas personales, familiares y sociales. Saben perfectamente que “ya vendrá el invierno”… y el frío… la nieve y el hielo…
MIJALKOV es el autor del GUIÓN de esta película, además es su PRODUCTOR (junto con el francés Michel Seydoux), es su DIRECTOR, y se reservó el papel del PERSONAJE PRINCIPAL. Destaco esto, algo muy propio de él, porque da así al film una impronta muy suya, y lo coloca dentro del bloque de todas esas otras GRANDES Obras de Cine que nos ha regalado a lo largo de los años. Su Cine es MUY personal. Él es “dueño” de cada encuadre de cada una de sus películas. En ellas todo es un cuasi desborde polifónico de personajes, historias, temas y recursos bellos. Pero nada se le escapa. Todo lo controla. Sabe muy bien lo que hace, lo que quiere, y cómo hacerlo. Él es realmente un Creador, y sus películas gozan de su estilo narrativo, técnico y artístico. Además, en todas ellas, y en ésta aparece con mucha intensidad, todo ese universo diegético suyo, como persona, ruso, ciudadano del mundo, cineasta, dramaturgo y artista polifacético. Es alguien cautivador, muy inteligente, creativo, dinámico, agudo, directo, y que sabe rodearse de buenos Equipos para trabajar. Otra película suya donde parece que no pasa nada, o aparentemente todo va bien o muy bien… Bajo o tras esa capa o nivel del magistral GUIÓN que crea, va entretejiéndose y burbujeando “algo” que, como el sol, irá irrumpiendo, e irá fulminándolo todo. El ritmo narrativo sostenido hasta casi la mitad del film, se va descosiendo: un personaje irrumpe, y con él aparece el misterio. Desde ahí, el discurso narrativo y la sintaxis del montaje, nos van llevando al corazón de ese “sol” penetrante que definitivamente ha traído “algo”.
El CASTING y ACTUACIONES del film son brillantes. Cada uno de los PERSONAJES están perfectamente construidos por Mijalkov en su Guión. E interpretados por una “tropa” de elenco coral (muchos de ellos ya frecuentes con Mijalkov, otros son grandes actores y actrices rusos), que demuestran nuevamente la aquilatada Escuela de Formación teatral y actoral rusa (de siglos), avalada por la experiencia, nivel, talento y calidad de todos ellos. Es que constatamos, una vez más, ese trasfondo maravilloso y tan fecundo –no sólo para Rusia, sino para la Humanidad entera- de su ¡Literatura y Teatro!
Deseo destacar, además de la impoluta actuación del mismo Mijalkov (digna de un Óscar), las interpretaciones de ese trío principal que lo acompaña en esta GRAN película: OLEG MÉNSHIKOV (un recurrente en films del Director), con su apabullante y excelente encarnación y despliegue del personaje de Dmitri: Mitya; INGEBORGA DAPKUNAITÈ, interpretando a Marusia: sigo insistiendo que las actrices europeas no tienen nada que envidiar a las americanas. Las superan en naturalidad, encarnación de sus roles, intensidad y visceralidad. Son infinitamente mejores, porque no son tan “técnicas” o, más bien, no lo son: simplemente son actrices, SON sus personajes, no los interpretan. Y la tercera pata de este trío es la pequeña actriz (en ese entonces con sólo 10 años), que interpreta a NADIA, la hija –en la película y en la vida real- de Mijalkov. Pues bien, a Alfred Hitchcock no le gustaba trabajar con niños, ni animales. No siempre este dios del CINE tuvo razón en todo. ¡La pequeña NADEZHDA MIJALKOVA nos da vuelta y media como “Catedrática” de interpretación! Realmente, borda cada milímetro de lo que hace y dice en esta película.
Quizás, no deba sorprendernos esto. MIJALKOV viene de una centenaria dinastía de artistas, y de gente de la Cultura, del Teatro, y de una acendrada Formación y posición. Los hijos que ha tenido de sus dos matrimonios, no han roto esta genética familiar. Siguen estos pasos. Incluso las esposas del mismo Mijalkov, tuvieron y tienen que ver con todos estos universos. “De casta le viene al galgo” o “De tal palo, tal astilla”, podríamos decir con refranes. Por mi parte, gracias. Hay fecundidades familiares que aplaudo, amo y admiro. Por eso no me paro en naderías que puedan encharcar tanto patrimonio en beneficio de todos.
Voy acabando. De más está recomendaros esta EXCELENTE película. Todo un Clásico. Es del año 1994. Una Co- Producción ruso-francesa. Ganó una innumerable cantidad de Premios “pesos pesados”, como la “PALMA DE ORO en CANNES” y el “ÓSCAR de MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA”, además de otras Nominaciones y Premios habidos y por haber. Y todo ello bien merecido que lo tiene. Es una OBRA MAESTRA. También, os aconsejo muchísimo que –en la medida de lo posible- contempléis más películas de NIKITA MIJALKOV, todas las más que podáis. ¡No os arrepentiréis!
Impecable y sublime el nivel y jerarquía técnica y estética de MIJALKOV en esta película, en su FACTURA TÉCNICA (en todos sus rubros, elementos y aspectos); en su DISEÑO y DIRECCIÓN de PRODUCCIÓN (interiores y exteriores, y en todos los Equipos intervinientes, y detalles); y en su DISEÑO, PRODUCCIÓN y DIRECCIÓN ARTÍSTICA: la película, integralmente, es toda ella BELLA, con una sensibilidad y belleza rusas, pero que nos apelan a sentimientos, sensaciones y vivencias universales y hondamente humanas. Toda la película es así una OBRA de ARTE.
Quien AMA el Arte, la Literatura, y el Cine, es casi obligado ver –y contemplar una y otra vez- este film y, si puede, comprarlo y tenerlo en su filmoteca personal. Es de esos CLÁSICOS, una de esas mejores e inmortales películas que todos amamos.
Hasta la próxima, amigos.
Gracias por la recomendación!! La verdad es que el cine ruso es un gran desconocido. Saludos
Querida Montse:
Me alegra mucho que hayas descubierto una «pizquita» del Cine ruso.
Nikita Mijalkov (que ya debe estar pisando los 80 años, o cerca) es uno de los GENIOS del Cine de aquel país, pero es heredero de toda una estirpe de GIGANTES de la Cinematografía rusa y mundial.
El Cine ruso está en los albores de este 7º Arte. Es así. Y nos ha regalado grandes OBRAS MAESTRAS de la pantalla, fruto de ENORMES y FECUNDOS Creadores, como los imprescindibles: EISENSTEIN, TARKOVSKI,KONCHALOVSKI, VÉRTOV, SOKÚROV, CHUJRÁI, MENSHOV… por nombrarte algunos ¡IMPERDIBLES!
El Cine ruso ha aportado riqueza técnica y estético-artística de elevada calidad y nivel, y grandes avances, mejorías técnicas y equipos de profesionales, a la Historia del Cine mundial. Por eso, es considerado Patrimonio para todos nosotros.
Hay algunas películas rusas que son CLÁSICOS, como: EL ACORAZADO POTEMKIN, MOSCÚ NO CREE EN LAS LÁGRIMAS, OCTOBER, CIRCUS, EL SACRIFICIO, ARSENAL, IVÁN EL TERRIBLE, ANDREI RUBLEV, CUANDO PASAN LAS CIGÜEÑAS, LA ASCENSIÓN, EL ESPEJO, LA INFANCIA DE IVÁN, LA MADRE, SOLARIS, LA HUELGA… son algunas de las que en estos momentos me voy acordando.
Y NIKITA MIJALKOV es de los últimos GRANDES del Cine ruso, y es un verdadero TESORO de ese Cine, y de la Cinematografía mundial. Si puedes, no dejes de ver sus películas. Es casi un «pecado» no contemplarlas. Sobre todo para el que es amante del Cine y del Arte. Te las recomiendo especialmente.
Lo que pasa es que la oferta cinematográfica es -tristemente- ¡tan comercial! y proyecta tanta cinematografía americana y hollywoodense, en la pantalla grande y en la TV. Pero hay que curiosear, investigar, y ver ese OTRO CINE, sobre todo el EXCELENTE Cine de todas partes del mundo -de todas partes-, especialmente de los distintos países de EUROPA. Tenemos que ver, cada vez más, CINE EUROPEO. MUCHO CINE EUROPEO. MUCHO.
Y también el maravilloso CINE de Asia, Oceanía, Canadá, América Latina… y todo lo que podamos de África, la India, y los países del mundo musulmán, judío…
Hay que abrir los ojos, oídos, cabeza, corazón y alma a TODO ese infinito OTRO CINE.
Lo tenemos en streaming, DVD, Blu ray… En algunos Cine Club… Se lo encuentra. Hay que buscarlo.
Bueno, no te canso más. ¡Soy odiosamente insoportable!
Cuídate.
Y gracias por leerme. GRACIAS. Un abrazo.