Algunas consideraciones acerca de su otro libro en que la FOTOGRAFÍA ¡COBRA VIDA y SENTIDO!:
“TEORÍA del CINE”.
No voy a extenderme demasiado en esta parte de mi Publicación, porque ya me referí bastante a este tema, en la Publicación anterior, hace unos días, en donde analicé el CINE ALEMÁN: “Documental de Caligari a Hitler. La era del esplendor del Cine”.
Si buscáis en mi BLOG, y también en mi FACEBOOK, os encontraréis con ello. Os recomiendo leer eso que publiqué antes, porque sirve como matriz, columna vertebral, contexto, y complemento, a todo lo que diga ahora sobre este otro libro de KRACAUER. ¿Vale? Veréis que estoy en lo cierto, aconsejándoos eso.
Este libro fue fruto de muchos años de intenso trabajo, por parte de KRACAUER. En él, despliega ampliamente todas las ideas suyas sobre el CINE. Con este texto, no sólo se revela como un vasto conocedor del ARTE y LENGUAJE AUDIOVISUAL, sino como un AMANTE del CINE. Sobradamente sabemos que, KRACAUER fue -y sigue siendo- uno de los más sólidos, solventes e interesantes TEÓRICO del CINE.
Es un libro eminentemente del GÉNERO ENSAYO, serio, denso y muy sustancioso, y abierto al análisis y a la discusión (no a la pelea). Lo que afirma en él, suscita el diálogo e intercambio, y el compartir. La “TEORÍA del CINE” suya es un trabajo erudito, de nivel, absolutamente enriquecedor, valioso, de lectura obligatoria para Filólogos, gente de la Teoría del Arte, Psicólogos, Sociólogos, Lingüistas, y para todos los que están en el “universo” del Cine y del Lenguaje Audiovisual. Por eso, este texto tuvo, y sigue teniendo, una enorme influencia en los profesionales de estos medios y discursos expresivos.
Lo escribió en el año 1960, ya estaba establecido definitivamente en Nueva York. Es un libro que completa y profundiza, aún más, su texto más consultado –y famoso-; una suerte de libro “sagrado” para el mundo de la cinefilia, que es: “DE CALIGARI A HITLER. UNA HISTORIA PSICOLÓGICA DEL CINE ALEMÁN” (escrito en 1947). Fundamentándose en esta obra, nació el DOCUMENTAL ése al que os aludí antes, y del cual ya escribí e hice una Publicación en mi BLOG, la cual os he recordado. Estos dos textos, podría decir que encierran y revelan toda la cosmovisión, la experiencia y la Teoría del CINE que tenía KRACAUER. En sus textos, el alemán demuestra ser un brillante analista de la presencia PROPAGANDÍSTICA en películas, emisiones radiales y anuncios publicitarios. El CINE como vehículo de IDEOLOGIZACIÓN y ADOCTRINAMIENTO. También en esto, queridos lectores: “Al que le quepa el sayo, que se lo ponga”… “Cualquier semejanza con la actualidad, es mera coincidencia”… (¿lo es?)…
KRACAUER, en su “TEORÍA DEL CINE”, nos hace un planteo muy interesante, por demás: reivindica una suerte de realismo humanista, en el CINE, y también hace una descripción del rol que debe tener éste, en la cultura contemporánea. Nuevamente, se nos aparece así, ese KRACAUER tan Sociólogo y Filósofo, y Filólogo, al hacer sus análisis.
Además, nos habla de la dimensión y proceso del CINE como HISTÓRICO, como reflejo-espejo-testigo de la evolución del Hombre –individual y socialmente-, y ese proceso también del Arte Cinematográfico, siempre en desarrollo.
Afirma también, su interés y propuesta teórico-crítica de la HERMENÉUTICA del y en el CINE, como Arte, como Lenguaje, y como Producto. La TEORÍA CRÍTICA debe pasar por TODO lo que es el CINE en sí mismo, haciendo esa “LECTURA”, esa HERMENÉUTICA de la IMAGEN EN MOVIMIENTO EN SÍ MISMA y en la INTERPRETACIÓN (más ontológica que valorativa) de ESA MISMA IMAGEN.
Se trata, pues, de “entrar” en el “universo” de la esencia de la IMAGEN MÓVIL –en y desde ella misma, concreta, tal cual es vista y oída-, y hacerlo “penetrando” y desvelando, la SIGNIFICACIÓN, lo CONNOTADO en esa DENOTACIÓN que es la IMAGEN. Es la tarea de “LECTURA”, COMPREHENSIÓN, APODERAMIENTO, y verdadera CONTEMPLACIÓN ARTÍSTICO-ESTÉTICA de la EXPERIENCIA de CINE.
Sólo así, el CINE se convierte y se ofrece como verdadero LENGUAJE y verdadero ARTE. Sólo así, ese LENGUAJE se convierte en MAGIA y en REDENCIÓN de la REALIDAD FÍSICA, expresiones éstas de KRACAUER al exponer su concepción teórica. Nos retrotrae a los inicios del CINE, ese “universo” de lo físico-material: la IMAGEN FOTOGRÁFICA MÓVIL, de los HERMANOS LUMIÈRE y la MAGIA de ello, en el genial MÉLIÈS. Volvemos así, al “útero” y a la ESENCIA de la IDENTIDAD del CINE. Sólo así: TÉCNICA-TRABAJO y FANTASÍA-EVOCACIÓN, es como logramos entender -real y completamente- qué es y cómo se hace, se construye y se expresa el CINE.
REALIDAD y FANTASÍA: ESO ES EL CINE.
Recordemos que su estructura de pensamiento es, en su base, marxista y, por ello, eminentemente REALISTA. De ahí entonces, es comprensible la importancia, centralidad y detenimiento que él le da a la FOTOGRAFÍA, la IMAGEN COMO TAL, en esta “Teoría del Cine”. Se explaya extensamente en este tema, porque considera que ello implica la noción de “CAPTURA” de la REALIDAD, algo que es esencial en el ARTE y LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO. Justamente, el CINE produce –por la fotografía, que es algo real, concreto y material-, la CONVERSIÓN DEL MUNDO EN IMAGEN. Gracias a ello:
el mundo se ha convertido en una actualidad fotografiable y la actualidad fotografiada queda eternizada.
Este realismo cinematográfico, al que se refiere KRACAUER, tiene también sus implicaciones no sólo técnico-estéticas, sino histórico-sociales y políticas. Merced a esto, la REALIDAD FÍSICA es “redimida” y, por ello, se amplía el espectro sensible del Hombre. En la FOTOGRAFÍA MÓVIL del CINE, el Hombre se reconoce, a sí mismo, y en todas las dimensiones, relaciones, actividades, instituciones… en las que se desenvuelve su cotidianidad. El CINE: ese “agujero luminoso en la pantalla”, permite que la persona se encuentre a sí misma, y con los demás, y en un contexto y en multiplicidad de acciones y situaciones.
La FOTOGRAFÍA, la IMAGEN, con toda la potencia de su REALISMO, se vuelve así SIGNIFICATIVA.
El mismo KRACAUER recordaba su experiencia, siendo muy niño, al contemplar su primera película:
«El cine como descubrimiento de
las maravillas de la vida cotidiana». Y tengo todavía
presentes, como si fuera hoy, esas maravillas. Lo que tan
profundamente me había emocionado era una vulgar calle de
suburbio, llena de luces y sombras que la transfiguraban.
Había varios árboles, y en primer término, un charco
en el que se reflejaban las fachadas invisibles de las casas y un
trozo de cielo. De pronto, una brisa agitaba las sombras,
y las fachadas y el cielo, allí abajo, empezaban a oscilar.
El tembloroso mundo de arriba en el charco turbio: esta
imagen jamás me ha abandonado.”
(Siegfried Kracauer)
Os debo confesar, con un cierto atrevimiento, que –así como no he olvidado jamás cuál fue el primer libro que leí, sin que me lo leyeran-, nunca he perdido la memoria de cuál fue la primera película que vi, teniendo sólo 3 años. Por eso, entiendo a KRACAUER, y a todo el que ha experimentado lo mismo.
Esa IMPRESIÓN EMBRIAGADORA, como HIPNÓTICA, como un EMBRUJO, nos lleva siempre a SOÑAR. Es como que el mundo se TRANSFIGURA, ante la mirada de quien impávido contempla. Vivimos una nueva experiencia de LO VISIBLE, de la REALIDAD, por aquello que se ve en una tela blanca, donde se proyectan luces, sombras e IMÁGENES que SE MUEVEN; abriéndonos a un nuevo ESPACIO de “algo más”, que nos inaugura siempre un nuevo régimen de visibilidad. Es un modo nuevo y distinto de REPRESENTAR la REALIDAD y HABLARNOS de ella.
En este análisis de su libro “TEORÍA DEL CINE”, quedan entonces planteadas preguntas esenciales:
¿Es el cine una herramienta científica que nos permitirá registrar la realidad y sus características objetivamente o es una fábrica de sueños?, ¿puede el cine pretender ser un arte? Y si lo fuese, ¿quiénes son sus progenitores y cuáles sus líneas de ascendencia?, ¿cuál es la especificidad de este medio de expresión?
Estos cuestionamientos y búsquedas, parecen ya respondidas, en los tiempos que corren. Incluso, ya nadie discute que el CINE es un ARTE, y que está en relación constante con las otras Artes, abrazando a casi todas ellas. Además, se ha consagrado –por ser un ESPECTÁCULO- como una potente herramienta de comercialización del entretenimiento. Es también, NEGOCIO e INDUSTRIA, todo un SISTEMA. Esto es muy cierto, y ya indiscutible. Pero, siempre conviene hacerse estas preguntas, para no perder de vista LO ESENCIAL del CINE, y volver a él –constantemente- como esa “MAQUINARIA FABULADORA”, como ese asombroso imaginario que deslumbra. Siempre hay que volver a las esencialidades, más aún cuando hablamos de ARTE.
El CINEMATÓGRAFO ofrece a las personas, la vida que el cotidiano devenir les ha arrebatado; es el «sustituto de los sueños», ofreciendo imágenes intensas en las que se condensa la esencia de la vida; esas imágenes son equivalentes a lo que la vida les debe, lo que el paso del tiempo, y la cotidianidad, les llevó. De ahí que, el CINE, siempre nos apele a la nostalgia. Nos regala ese “FLUJO de la VIDA”, con sus imágenes apelativas de situaciones, acontecimientos, emociones, valores, ideas… Y en todo ello, vamos descubriendo “algo más”: el SIGNIFICADO, lo CONTENIDO, lo CONNOTADO en eso denotado fotográficamente, y en movimiento. Se produce, de este modo, un nuevo fenómeno, sensación y experiencia: aparecen las implicaciones –de ese “universo” en la pantalla- en nuestro aparato perceptivo y motriz.
En la “Teoría del Cine”, nos encontramos con el fenómeno de la vida, en la medida en que éste es aprehendido por el cinematógrafo. Somos devueltos «a las cosas mismas». ¡Todo un milagro de una fotografía que se mueve en una pantalla! Es un registro fotográfico de la realidad, objetivamente captada, pero “explorada” y “explotada” en toda su potencialidad de significado, y abierta a las percepciones sensibles. Alcanzando tal dimensión y despliegue, que su PUESTA EN ESCENA (en donde se vincula con todas las otras Artes), nos permite experimentar lo que la imaginación sólo podía concebir en el foro interno: todo eso, el CINE tiene. Por eso, es la más compleja MÁQUINA CREADORA DE ILUSIONES. ¡Presente Señor Méliès! La REALIDAD NO ESCENIFICADA es sustituida por la ILUSIÓN ESCENIFICADA:
IMAGEN/FOTO/SIGNIFICANTE y SÍMBOLO/SIGNIFICADO
¡Voilà le CINÉMA!
La FOTOGRAFÍA permite, por primera vez, el registro impersonal de la realidad a través de un instrumento como la cámara; sin embargo, ella –con y por el CINE- abre también la posibilidad a la expresión artística. A través de la CÁMARA, adquieren protagonismo también, todas las formas del gesto, el lenguaje corporal, el espacio, los elementos escénicos… El imaginario social del relato se organiza en una acción dramática, y se presta a contar infinidad de historias. LO ESTÉTICO-ARTÍSTICO complementa a la FOTOGRAFÍA, en toda una nueva composición, captada y proyectada en el ENCUADRE. Para KRACAUER, el atractivo de la fotografía está en ser testigo, documento e instrumento de exploración; la cámara tiene así una facultad reveladora y se convierte en un instrumento que permite leer el mundo.Esta comprehensión, lectura y proyección de la realidad, se ve enriquecida por las propiedades técnicas del LENGUAJE AUDIOVISUAL: el montaje, la escenificación, el vestuario, el atrezo, la iluminación, los planos, los ángulos, los travellings… lográndose así realizaciones “cinemáticamente significativas”.
Por eso, la IMAGEN CINEMATOGRÁFICA POSEE SU PROPIA ONTOLOGÍA, su PROPIA IDENTIDAD y CUALIDAD INTRÍNSECAS. Gracias a ello, además de su capacidad de disección, selección, abstracción y transformación cualitativa de lo observado, el CINE logra ampliar nuestro entorno y las relaciones que establecemos con él. Los elementos –captados en la imagen móvil-, al ser magnificados, son transformados por el plano, y permiten revelar formaciones nuevas e insospechadas de la materia. Con esta transfiguración de lo conocido, las imágenes «rompen la prisión de la realidad convencional, abriéndonos a territorios que, en el mejor de los casos, sólo habríamos explorado en sueños».El CINE nos permite experimentar –sensiblemente- ciertas dimensiones que escapan a nuestra limitada percepción.
El CINE va así, acercándonos al “flujo de la vida”, a través de sus artificios cinematográficos, regalándonos y fijando en nosotros, esas realidades que «pueden perdurar en la mente del espectador, mucho después de que haya permanecido en el olvido el relato que ellas contribuyeron a formar.» Incluso, nos permite acceder a lo que KRACAUER llama:»puntos ciegos de la mente», que son esos fenómenos que el hábito y el prejuicio nos impiden advertir. Va configurando, en nosotros, una mirada nueva, fruto de la alquimia de sus recursos, que redirige nuestra atención, nos desvela eso oculto de las cosas, y nos enseña a CONTEMPLAR.
Lógicamente, esto nos permite resignificar y ampliar nuestra experiencia del mundo sensible; nos hace reparar en la belleza de las cosas cuando éstas, desnudas, muestran su simplicidad y atractivo. Se establece siempre, en la relación afectiva con la imagen, un tipo de nostalgia por lo efímero, que permite devolvernos cierta disposición en la que aún cabe el amor por las cosas.
La forma cinematográfica tiene la posibilidad de ofrecernos una representación y reinvención de la materia y, con ello, devolvernos, en un ejercicio de lectura del mundo, la posibilidad de observación y experiencia que hacemos de éste.
¡Oh, CINE, amante CINE!
Hasta la próxima, amigos.
- Libro: “PROPAGANDA TOTALITARIA”.
- Autor: SIEGFRIED KRACAUER.
- Editorial:“Centro de Estudios Políticos y Constitucionales”- Colección Civitas/Nueva Época- Madrid- 2020.
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- Libro: “TEORÍA DEL CINE”.
- Autor: SIEGFRIED KRACAUER.
- Editorial: “Paidós”- Colección Comunicación- Barcelona- 1996.